Antes de su adopción, Silicon pasaba sus días resguardándose entre la mercancía que exhiben afuera de la tienda. Así fue como el personal rápidamente se encariñó con el simpático perrito que aparecía día tras día. Pero lo mejor de todo, es que además de adoptarlo, le ofrecieron trabajo en el taller para niños.
Esto sucedió en Oaxaca, donde el gerente de la tienda fue el encargado de dar el visto bueno para que el perrito fuera adoptado. Se le acondicionó un lugar para vivir, una linda casita de madera, y un uniforme personalizado. Se designó que los trabajadores serian los encargados de darle de comer y de limpiar su espacio.
“Este pequeño cachorro de nombre Silicon puesto por alguien de la tienda. Llevaba varios días viviendo entre la mercancía que tiene la tienda en la fachada. Se le agradece a la tienda departamental sobre todo al gerente de la en Oaxaca que en lugar de retirarlo le brinda un techo”, escribió Guarida Perruna.
La historia de Silicon nos demuestra un poco de todo: la vida da segundas oportunidades, hay gente realmente buena en el mundo, y que los perritos hacen de cualquier lugar uno mejor.