En las redes sociales ha conmovido la historia de una orangután que por años fue obligada a prostituirse en un burdel de una comunidad de Borneo, Indonesia.
Su recuperación y adaptarse a una nueva vida no ha sido tan fácil, pues la orangután tuvo por años secuelas de la crueldad a la que fue sometida por mucho tiempo.
La orangután era depilada, maquillada y obligada a usar joyas
Pony, quien pasó encadenada en un burdel cerca de una granja de aceite de palma, era obligada a prostituirse. Diariamente la depilaban, la maquillaban e incluso era obligada a usar joyas y perfume para satisfacer a los hombres, que generalmente eran trabajadores agrícolas, que acudían al burdel y pagaban a su dueño para abusar del animal, pese a ser muy pequeña para ellos.
Cuando era bebé, el animal fue separado de su madre y se desconoce cuánto tiempo fue sometida a una vida de prostitución. Ella tenía unos 7 años de edad cuando fue rescatada. El equivalente -teniendo en cuenta que viven una media de 50 años- de tener entre 13 y 14 años.
Las depilaciones que le hacían a la orangután para prostituirla le provocaban irritación en la piel y llagas. Sobre un colchón sucio y con la cara llena de maquillaje, a Pony se le enseñó como realizar actos sexuales.
Tras dar aviso a la Autoridad Central de Conservación y Recursos Naturales de Kalimantan (BKSDA) y a la Fundación BOS, se necesitó que intervinieran las fuerzas militares para liberarla porque su dueño se oponía porque decía que era su medio de subsistencia. El pueblo donde estaba también, pues decían que le traía suerte, se informó.
Se necesitaron 36 soldados del Ejército indonesio para entrar en el pueblo y llevarse al animal hasta el refugio de orangutanes de Nyaru Menteng, cerca de la ciudad de Palangka Raya.
Difícil readaptación de la Orangután
Han pasado 10 años del rescate de la orangután Pony y para ella ha sido difícil recuperarse de la crueldad y el trauma sufridos en el burdel donde era obligada a prostituirse.
Poco a poco Pony se fue adaptando por lo que se creyó que se podía devolverla a su hábitat natural, el que apenas había conocido.
Sus habilidades de supervivencia fueron creciendo satisfactoriamente y ahora es capaz de hacer un nido y muestra un comportamiento salvaje.
Ahora es un hembra que pesa 72,1 kilogramos y la describen como muy dominante en comparación con sus amigas. Pony ahora es una reina de su nueva isla: Kaja y es vista como un símbolo mundial del rescate animal.