Cada vez que la perrita que protagoniza esta curiosa historia ve a su compañera canina recibir una inyección real de insulina, se sienta y espera pacientemente su turno para recibir su placebo.
Danielle Stephens, de 25 años, que vive en Jacksonville, Florida, capturó en imágenes una de las tantas veces que su perra Penélope se sienta para recibir su inyección de insulina falsa.
El padre de Danielle visita a menudo a Zara, la otra perrita de la joven que necesita dos inyecciones de insulina al día por ser diabética.
Esta perrita espera su turno para recibir una falsa inyección de insulina en “solidaridad” con su compañera canina
Penélope se dio cuenta de que después de que Zara recibe la insulina, le dan una golosina, así que, por no ser menos, decidió esperar sentada a recibir su propia inyección falsa y conseguir su ansiado premio.