Al menos una vez en la vida, varios consumidores han tenido sospechas de la procedencia de la carne que se sirve en algunos establecimientos, sobre todo en las taquerías que tienen comida a bajo costo. Por lo que se han generado leyendas urbanas y “bromas” sobre los tacos de “suaperro”.
Sin embargo, en varias ocasiones se ha dado a conocer sobre presuntos establecimientos, que usan la carne de perro para reducir costos.
Aquí te traemos algunos datos de utilidad para notar la diferencia entre la carne de perro, cerdo y res, y así denunciar el local ante la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS)
¿Cómo identificar la carne de perro?
De acuerdo con Grupo Canton, la Asociación Coreana de Nutrición y otros expertos, hay algunos datos que te ayudarán a notar la diferencia.
- Textura grasosa: Aunque la mayoría de las carnes suelen ser grasosas, la carne de perro se distingue por tener una gran cantidad de aceite.
- Pegajosa: La carne de perro suele ser muy pegajosa.
- Olor: La carne de perro suele tener un olor fuerte, siendo uno de los principales indicadores para alertar al consumidor.
Consistencia dura: Al momento de masticar, la carne de perro es sumamente difícil de digerir.
¿Qué pasa si como carne de perro?
A lo largo de la historia, la carne de perro se ha consumido, sobre todo en los países de Europa, Asia, África y Oceanía. Por lo tanto, no representa totalmente un riesgo sanitario.
Pero hay algunas enfermedades que se pueden transmitir de perros a humanos, si los caninos no son criados para el consumo humano.
En México, el consumo de carne de perro representa un riesgo para la salud, ya que por motivos culturales no se consume, por lo tanto, no existen especificaciones sanitarias para los establecimientos ni el sacrificio de estos animales aprobado por autoridades.
En caso de sospecha puedes denunciar ante la COFEPRIS.