¿Quién recuerda en los libros de historia de México haber visto a un hombre que portaba en su espalda una loza para cubrirse de las balas? Todos los millennial, centennial y hasta los baby boomer crecieron creyendo en la lucha de Independencia había participado un hombre conocido como "El Pípila" quien con una valentía heroica se enfrentó a los conservadores y le ayudó al cura Miguel Hidalgo a tomar el bastión de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato.
Juan José de los Reyes Martínez Amaro, mejor conocido como el Pípila, quedó retratado en los libros como un valeroso insurgente que tuvo un papel trascendental en la batalla del 28 de septiembre de 1810, pues agarró una antorcha y cubierto con loza gigante llegó hasta la puerta de la Alhóndiga de Granaditas donde le prendió fuego y permitió que ingresaran al recinto dando paso a la primera victoria de los Insurgentes en al lucha de Independencia.
Este personaje, al igual que otros de la Historia como los Niños Héroes, han sido cuestionados por algunos historiadores quienes ven imposible que un hombre hubiera cargado una loza en la espalda para evadir el fuego y prender fuego a la puerta del recinto donde se ocultaba españoles. Además destacan que esa batalla se romantizó con la este personaje pues eran más de 10 mil indígenas, criollos y mineros quienes se enfrentaron en turba a 600 españoles que se atrincheraron.
¿Realmente existió El Pípila?
El historiador Carlos María de Bustamante fue el primero que escribió sobre este personaje y aparece en su obra "Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana", publicado en 1843, así se puede leer:
“El general Hidalgo, convencido de la necesidad de penetrar en el interior de Granaditas, nada omitía para conseguirlo. Rodeado de un torbellino de plebe, dirigió la voz a un hombre que la regenteaba, y le dijo: Pípila… la Patria necesita de tu valor, ¿te atreves a prender fuego a la puerta de la alhóndiga?. La empresa era arriesgada, pues era necesario poner el cuerpo a descubierto a una lluvia de balas; Pípila, este lépero comparable con el carbonero que atacó la Bastilla (sic) en Francia, dirigiendo la operación que en breve redujo a escombros aquel apoyo de la tiranía, sin titubear dijo que sí”.
Gracias a ese texto surgió el mito romantizado de "El Pípila" que todos conocimos en la escuela, pero la realidad es que no existió ese personaje y mucho menos es real que haya cargado una pesada loza en su espalda. El historiador Alfredo Ávila indicó que la idea de crear este personaje fue crear un elemento unificador de los mexicanos, pues en ese momento los mineros no estaban a favor de la lucha de Independencia.
Ávila asegura que no fue un solo Pípila, sino que en la verdadera historia eran todos los minero que de manera inesperada se unieron a la lucha encabezada por el cura Hidalgo en el momento en que vieron que el intendente José Antonio Reaño se ocultaba en la Alhóndiga en lugar de emprender la lucha en defensa de la ciudad de Guanajuato. Explica que los mineros usaban cueros para su labor diaria en las minas, pero no es verosímil que hubiera usado una piedra para cubrirse.