La donación de órganos puede parecer una idea distante y abstracta para muchos, pero para Eddie McCarthy, un profesor de matemáticas de Toledo, Ohio, se convirtió en una misión personal. En una demostración conmovedora de altruismo, decidió donar uno de sus riñones para salvar la vida de uno de sus estudiantes, un joven de 15 años llamado Roman McCormick.

Roman no es un adolescente cualquiera. Lucha contra el síndrome branquiotorrenal, una rara enfermedad genética que afecta la formación de tejidos y puede provocar anomalías en los riñones y los oídos. Este trastorno limita su dieta y su actividad física, separándolo del mundo de los jóvenes de su edad.

Para su padre, este escenario era familiar, ya que él mismo se había enfrentado a la misma condición y había superado sus obstáculos gracias a un trasplante de riñón. Sin embargo, el caso de Roman había evolucionado hacia una enfermedad renal en etapa 4, y necesitaba tanto diálisis como un trasplante de riñón.

Fue entonces cuando Eddie McCarthy, el maestro de geometría de Roman, decidió intervenir. Conmovido por la historia de su alumno, se sometió a las pruebas necesarias y resultó ser un donante compatible.

Es importante señalar que la cirugía de donación y trasplante está programada para el 19 de julio en el Hospital Universitario de la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Con este procedimiento, se espera mejorar considerablemente la calidad de vida de Roman.

La acción altruista de McCarthy ha resonado en miles de corazones en todo el país, demostrando que el acto de donar órganos es más que una decisión médica. Es un acto de amor y compasión, un regalo de vida que puede cambiar el destino de alguien más. En este caso, el de un estudiante que solo buscaba la oportunidad de vivir una vida normal.