El Metro de la Ciudad de México, uno de los sistemas de transporte más grandes del mundo, ha sido testigo de la evolución en la forma en que los usuarios pagan su tarifa. A medida que la tarjeta de movilidad se ha convertido en la norma, los boletos tradicionales del Metro están desapareciendo gradualmente. Pero, ¿sabías que algunos de estos boletos antiguos pueden valer una fortuna?
Hasta hace poco, comprar un boleto unitario o una planilla que contenía 5 boletos era la forma estándar de pagar el transporte en el Metro de la CDMX. Estos boletos solían ser de diferentes colores para indicar sus respectivos costos. Sin embargo, con la transición hacia la tarjeta de movilidad, estos boletos tradicionales se están volviendo cada vez más raros.
Uno de los boletos que ha causado sensación en las redes sociales es el boleto de color naranja con el número de serie 01000 de la CA-1. Este boleto, que en su momento fue solo una forma común de pagar el transporte, ahora se ofrece a la venta en Mercado Libre por la asombrosa cifra de 10 mil pesos. ¿Quién habría pensado que un simple boleto de Metro podría convertirse en una pieza de colección tan valiosa?
Los coleccionistas apasionados por la historia del transporte y la Ciudad de México pueden estar dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por estos boletos antiguos. Es posible que quieran tener en sus manos un pedazo de la historia de la ciudad y del Metro que ha sido tan vital para su funcionamiento durante décadas.
Así que, si tienes la suerte de conservar uno de estos boletos antiguos del Metro de CDMX, quizás deberías pensarlo dos veces antes de tirarlo a la basura. En lugar de eso, podrías considerar guardarlo y, quién sabe, ¡quizás en los próximos años encuentres un comprador apasionado dispuesto a pagar una cantidad considerable por él!
Los boletos del Metro de CDMX pueden haber sido una forma sencilla de pagar el transporte en el pasado, pero hoy en día, están demostrando ser tesoros inesperados para aquellos que valoran la historia y la nostalgia que representan.
