La construcción de un proyecto a veces puede ser un desafío, y nadie lo sabe mejor que los albañiles que enfrentan situaciones inesperadas en el lugar de trabajo. En esta nota, te contaremos una historia curiosa que demuestra que incluso los expertos en la construcción pueden cometer errores sorprendentes.
"Ya la cagam…", dicen albañiles que olvidaron dejar espacio para la puerta
En una obra aparentemente rutinaria, dos albañiles estaban llevando a cabo su trabajo diario. "Ahí va quedando el jalecito", comentó uno de ellos con entusiasmo. "Ya se lo chingó tío; ya nada más una carrera más de bloques y ya, ahí quedó el inche jale", agregó el otro, complacido con el progreso del proyecto.
Todo parecía ir conforme a los planos, pero de repente, uno de ellos se dio cuenta de algo que les hizo detenerse en seco. "¡Ah, chinga, de lo que me estoy dando cuenta!", exclamó, y le pidió a su compañero que bajara el volumen de la música.
"De lo que me estoy dando cuenta… ¡Ya la cagamos, tío!", anunció con pesar.
La pregunta lapidaria surgió: "¿Y la puerta?". Resultó que, mientras habían puesto ventanas aquí y allá, olvidaron por completo dejar espacio para la puerta de acceso a la habitación que estaban construyendo.
El albañil se rascó la cabeza, intrigado por su error, mientras sus compañeros le recordaban que debían comunicarse con el patrón para informarle que habían terminado el trabajo. Pero ahora se enfrentaban a un dilema inesperado.
"Le estoy grabando un video al patrón para enseñarle el jale y decirle que ya acabamos", explicaron, "pero no dejé puerta, no chingue tío, tiene que dejarla tomada".
Ante esta situación, acordaron marcarle al patrón para solicitar más tiempo y corregir su error. Esta no era la primera vez que algo similar ocurría; recordaron un incidente en julio de 2020 cuando otro par de albañiles se encontraron en la misma situación, olvidando el espacio para una puerta en un proyecto anterior.
El video de este último contratiempo se volvió viral en las redes sociales, generando risas y comentarios ingeniosos de los espectadores. Algunos sugirieron que a los albañiles "hasta la presión se les bajó", mientras que otros hicieron bromas sobre la construcción de una alberca en lugar de una habitación.
Incluso hubo quienes solicitaron cotizaciones para diseños sin ventanas "para la suegra" y uno bromeó diciendo que "por detalles como este, le negaron el título de ingeniero".
En conclusión, esta historia nos recuerda que, incluso en el mundo de la construcción, los errores pueden ocurrir y a veces se necesitan ajustes inesperados en el camino. Sin embargo, con un poco de creatividad y sentido del humor, incluso los problemas más inesperados pueden resolverse.
@agustinfavela651 y la puerta se le olvido la puerta mai
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