El pasado viernes, un increíble suceso dejó a todos boquiabiertos cuando un iPhone resistió una caída de 4,870 metros desde un vuelo de Alaska Airlines. El dispositivo, uno de los dos teléfonos móviles que fueron succionados fuera del Boeing 737 MAX 9 despresurizado, fue encontrado por Sean Bates, residente de Oregón, mientras paseaba por la carretera.
El teléfono estaba en modo avión, con la pantalla mostrando el recibo de facturación de las maletas de un pasajero del vuelo ASA128 de Alaska Airlines. Bates compartió su sorprendente hallazgo en redes sociales, junto con una imagen del iPhone prácticamente intacto.
"Encontré un iPhone al costado de la carretera... Todavía en modo avión con media batería y abierto a un reclamo de equipaje para #AlaskaAirlines ASA128. ¡Sobrevivió perfectamente intacto a una caída de 16,000 pies!", escribió Bates.
El residente de Oregón notificó su descubrimiento a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, confirmando que era el segundo teléfono encontrado en relación con el vuelo. Además, señaló que incluso encontró un enchufe de cargador roto cerca, arrancado por la puerta durante la caída.
Found an iPhone on the side of the road... Still in airplane mode with half a battery and open to a baggage claim for #AlaskaAirlines ASA1282 Survived a 16,000 foot drop perfectly in tact!
— Seanathan Bates (@SeanSafyre) January 7, 2024
When I called it in, Zoe at @NTSB said it was the SECOND phone to be found. No door yet😅 pic.twitter.com/CObMikpuFd
En un video compartido, Bates describe cómo halló el teléfono después de que las autoridades pidieran a la gente estar atenta a objetos que pudieran haberse caído del avión. Afortunadamente, nadie resultó herido ni fue succionado durante el incidente.
La publicación de Bates en redes sociales se volvió viral, acumulando más de 10 millones de visitas hasta el lunes por la mañana. La incredulidad de los internautas sobre la resistencia del iPhone no tardó en hacerse evidente, generando comentarios sorprendidos en línea.
Las autoridades explicaron que el incidente ocurrió cuando un tapón de la puerta del avión fue succionado hacia el exterior, obligando a un aterrizaje de emergencia dos días después del vuelo desde Portland, Oregon, a Ontario, California. La búsqueda del enchufe de la puerta y otros elementos del avión continúa, instando a los residentes y dueños de negocios a revisar sus imágenes de timbres y explorar sus propiedades en busca de posibles restos del incidente.
Este increíble episodio no solo destaca la resistencia de los dispositivos tecnológicos modernos, sino que también plantea preguntas sobre la seguridad y la necesidad de revisar los protocolos de mantenimiento en la industria de la aviación.