Los cielos de la Ciudad de México se han vuelto el lienzo de un espectáculo natural asombroso en los últimos atardeceres, capturando la atención de los capitalinos. Sin embargo, un fenómeno en particular ha causado sensación: el arcoíris de fuego.
Decenas de personas, al percatarse de esta vista de ensueño, no dudaron en sacar sus teléfonos celulares para capturar el momento y compartirlo en la popular plataforma TikTok. Este arcoíris de fuego coincidió con la presencia de nubes lenticulares, lo que elevó aún más la espectacularidad del evento.
El "arcoíris de fuego" es el resultado de la luz refractada por los cristales de hielo presentes en las nubes altas, conocido científicamente como "arco circunhorizontal", según lo reportado por la revista National Geographic. Este fenómeno ocurre cuando el sol se encuentra en su punto más alto en el cielo, generalmente durante las tardes.
En las imágenes compartidas en TikTok, se pueden apreciar icónicas construcciones de la CDMX, como la Torre Latinoamericana, con un fondo que evoca la belleza de un arcoíris convencional, el cual suele aparecer después de la lluvia al interactuar con los rayos del sol.
La denominación "arcoíris de fuego" se debe a la proyección de un espectro de colores generado por los cristales de hielo hexagonales al "rebotar" la luz solar. Aunque se le conoce comúnmente como "nubes iridiscentes", este fenómeno no se presenta de manera aislada, sino que suele estar acompañado de otras formaciones nubosas, especialmente los "halos" y las nubes "cirrus".
La Universidad Nacional Autónoma de México, en su revista ¿Cómo ves?, detalla la estrecha relación entre los arcoíris de fuego y los "halos", enriqueciendo nuestra comprensión de estos fenómenos celestiales.
Es importante destacar que los arcoíris son fenómenos diversos y pueden manifestarse de diversas maneras. Existen cinco tipos principales, entre ellos el arcoíris primario, secundario, supernumerario, monocromo y el mencionado circunhorizontal o "arcoíris de fuego". Cada uno de ellos depende de factores climáticos, la posición del sol y la forma específica de los cristales de las nubes.
En resumen, la Ciudad de México ha sido testigo de un espectáculo celestial que ha cautivado a sus habitantes, recordándonos la maravilla de la naturaleza y la diversidad de sus manifestaciones en el cielo.