En la bulliciosa ciudad de Guadalajara, un puente peatonal se convirtió en el escenario de una celebración fuera de lo común. Al son de mariachi y con el aroma tentador de pizzas en el aire, los tapatíos festejaron de una manera única y sorprendente. Lo que algunos consideraron una invasión de espacio público resultó ser una fiesta de cumpleaños llena de alegría y creatividad.
El Inusual Guateque:
El peculiar evento tuvo lugar cerca de la Barranca de Oblatos, en el puente por El Bethel. Mientras los automovilistas escuchaban los sones del mariachi, las redes sociales comenzaron a zumbear con videos de lo que algunos etiquetaron como una fiesta "no convencional". Resulta que los padres de Chuy Vicente organizaron este festín diferente para celebrar el cumpleaños de su hijo.
El Permiso del Ayuntamiento:
A pesar de las apariencias, este festejo no fue un acto espontáneo. La familia Vicente, previsora y festiva, obtuvo un permiso del Ayuntamiento para llevar a cabo la celebración en el puente peatonal. La decoración incluyó mesas, manteles, pétalos de rosas, latas de refresco, chocolates y, por supuesto, botellas y copas. Incluso hubo espacio para una mesa de regalos.
Pizza, Alitas y Mariachi:
La comida estuvo a la altura de la ocasión. La familia cooperó para comprar pizzas y alitas, asegurándose de satisfacer los gustos de los festejados. El mariachi, un elemento indispensable en la celebración tapatía, amenizó el lugar durante una hora. Aunque la gente que pasaba por el puente se detenía a grabar con sus celulares, se garantizó que el paso no fuera obstruido.
Reacciones de la Comunidad:
Las reacciones en redes sociales fueron variadas. Algunos elogiaron la originalidad y el espíritu festivo de la familia, mientras que otros señalaron la inusual elección de ubicación. Un usuario comentó: "¿Cómo llegaron a la idea de hacer la fiesta ahí? Me parece una muy buena idea". Mientras tanto, Dina Castillo resumió la situación con humor: "Un mexicano hace fiesta donde le da la gana".
Esta fiesta en el puente peatonal no solo fue un cumpleaños memorable, sino también un recordatorio de la creatividad y la alegría que pueden surgir en los lugares más inesperados. La celebración tapatía rompió esquemas y dejó una marca única en la ciudad, demostrando que la verdadera fiesta está donde hay amor, risas y mariachi, sin importar el lugar. ¡Viva la celebración tapatía!