La atención al cliente en los supermercados ha sido un tema recurrente de quejas por parte de los consumidores. Recientemente, una situación en una tienda Walmart de Querétaro ha causado un gran revuelo en redes sociales. Diana Moreno, una cliente de la tienda, compartió en su perfil de TikTok dos videos que documentan un desafortunado encuentro con una trabajadora del establecimiento.

El incidente comenzó cuando la empleada acusó a Diana de abrir un bloqueador solar para niños y aplicárselo en el rostro antes de volver a colocarlo en la estantería. La trabajadora retuvo a Diana en la entrada de la tienda, exigiéndole que pagara por el producto supuestamente usado. A pesar de que Diana Moreno negó repetidamente haber abierto o usado el bloqueador, la situación escaló cuando la trabajadora adoptó una actitud agresiva, intentando quitarle su bolsa personal y sujetándola del brazo, causándole molestias físicas.

En el primer video, que ya cuenta con 1.3 millones de reproducciones, se escucha a Diana decir que estaba dispuesta a pagar por el producto con tal de que la dejaran en paz. Sin embargo, para demostrar su inocencia, solicitó que se revisaran las cámaras de seguridad. Las imágenes de las cámaras de seguridad no mostraron ninguna evidencia de que Diana Moreno hubiera abierto y usado el bloqueador solar. En un segundo video, Diana exhibió el producto en cuestión, un bloqueador de marca Equate para niños, y mencionó que Walmart finalmente le devolvió la despensa que le habían retenido durante la investigación.

Diana expresó su intención de presentar una queja formal ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debido al maltrato recibido por parte del personal de Walmart. Este incidente ha generado una ola de críticas en redes sociales, donde muchos usuarios han compartido sus propias experiencias negativas en tiendas de la cadena.

Este caso pone de relieve la importancia de una adecuada formación en atención al cliente y la necesidad de procedimientos claros y justos para resolver disputas en los establecimientos comerciales. La viralización del incidente subraya también el poder de las redes sociales para amplificar las experiencias de los consumidores y generar presión pública para el cambio.