Un tiktoker, conocido como @hellsangri, intentó sorprender a la mujer que le gustaba con un gesto romántico: una carta de amor hecha a mano. En un video viral, mostró cómo creó el obsequio, que incluía una rosa, un toque envejecido en el papel y la palabra “doncella” escrita en él. El joven explicó que el romanticismo genuino, como escribir cartas a mano, sigue siendo una buena forma de enamorar.

Sin embargo, lo que parecía un bonito gesto de amor se volvió viral cuando Paulina del Campo, una creadora de contenido con más de tres millones de seguidores, mostró su “diario de basura” en otro video. En él, reveló que había pegado la carta de @hellsangri entre las páginas de su diario, junto con otros objetos sentimentales que ya no tenían utilidad.

La reacción a este acto fue inmediata. Los seguidores comenzaron a criticar la actitud de Paulina, sugiriendo que, en la era de las redes sociales, los gestos románticos tradicionales ya no son valorados como antes. La carta de amor, que había sido creada con tanto esmero, se convirtió en símbolo de la frustración de muchos al intentar conectar emocionalmente en un mundo donde las relaciones parecen estar más centradas en la imagen pública que en los sentimientos genuinos.

Este incidente abre un debate sobre cómo las relaciones modernas y el romanticismo están evolucionando en tiempos de redes sociales y cultura del consumo.