Aunque se esperaba que cada sector o grupo de poder en el PRI mostrara su músculo en el acto, a pesar de que el auditorio lució lleno, no se logró la convocatoria del partido de antaño; la ausencia de Delfino Toledano --quien ha insistido en que se registrará en la contienda-- no dejó de ser el tema entre butacas.
¿Vendrá o no hoy Enrique Peña Nieto?
Tras su artística aparición la semana pasada, sin aviso ni escándalo para --según él-- filmar parte de su mensaje de proselitismo político, hasta el momento nadie tiene la certeza de si acudirá o no a dar el gran espaldarazo. La forzada unidad que hasta hoy se siente podría encontrar aceite con ubicarse, aunque sea unos minutos, en Morelos el candidato a la presidencia de la república.
En la izquierda
Andrés Manuel López Obrador ya en esa calidad visitó la entidad, pero no se había definido el candidato estatal; en ese caso también existe la duda en qué tanto apoyo y respeto se brindarán ambos políticos que durante años mantuvieron distancia e incluso antagonismo en su posición de gobernar.
Los hombres de Andrés Manuel López Obrador están siendo maltratados y se sienten abandonados; se sabe que Adriana Díaz negocia con Rabindranath Salazar.
Otro de los actores, que tanto le apostó a la figura de AMLO, muy a su estilo es cauteloso y paciente, pero parece que no le alcanzará para llegar al Senado; Juan Salgado Brito estaría jugando la última de sus cartas.
Mientras tanto Graco Ramírez Garrido Abreu ni se inmuta ni se preocupa; él mueve sus hilos, hoy fortalecidos con la candidatura en el bolsillo, y deja que esa responsabilidad descanse en el Comité Ejecutivo Nacional o en su caso en la Comisión Electoral, próxima a reunirse en la entidad. Él está ocupado en su campaña y en su mensaje.
Quien resultó sorprendido, y quién sabe qué consecuencias le traiga, fue Alejandro Villarreal Gasca; confió en que la reunión con el ex candidato de izquierda era privada en un lugar público y pues tuvo que regalar sonrisas ante las cámaras. El encuentro ya había obtenido la trascendencia buscada por quien convocó. Tal vez ya no se la vuelvan a aplicar al panista.
En el PAN
Adrián Rivera sigue cauteloso; sabe que la pugna interna tarde o temprano lo alcanzará. Hasta ahora solamente ha sido puntual en señalar que quien acuse pruebe y no se ha metido en honduras.
Es de reconocerle que ni él ni su equipo de trabajo han caído en escándalos o comilonas como antaño, que tanto daño causaron a su imagen cuando alcalde de Cuernavaca. Hoy, e insistimos es de reconocerse, hay empeño en el trabajo y en alcanzar la candidatura a finales de marzo.
El tercero en todo, en posición, en aparecer, en hablar, se ha quedado a más de un "metrio" de distancia.
Viene lo bueno. Todo podría arrancar si es que se confirma la presencia de Enrique Peña Nieto esta semana en Morelos; de lo contrario, seguramente seguiremos en la grilla bajuna local y en la forzada unidad.