Edgar Adame y Fermín Hernández, otrora opositores, ex candidatos de Acción Nacional y del Revolucionario Institucional a la Presidencia municipal, lograron convocar a algunos cientos; su abogado Alejandro Tovar Quiñones, en la plaza pública, compartió algunos datos técnicos, jurídicos, y las etapas por venir. El primero de octubre –por eso la marcha a una semana del vencimiento- se cumple el plazo para la instancia local; desde ahora advierten y anuncian que en caso de no verse beneficiados con la resolución acudirán al tribunal federal.
Es de resaltarse el alto porcentaje de ratificación de las sentencias que el tribunal estatal en materia electoral ha encontrado en la siguiente instancia; de ahí que su resolución, en el sentido que esta sea, será difícil revertirla en el Trife.
Lo bueno de estas expresiones es que se desfogan las inquietudes y los malestares; lo malo es que se pretenda ejercer presión sobre los magistrados encargados del análisis y resolución. Si hay confianza en la autoridad electoral, cualquier expresión pública es bienvenida pero no tiene peso en el sentido del análisis jurídico.
Los ex candidatos expresaron su confianza en “echar abajo la votación en algunas casillas o en su caso el proceso, que les permita un candidato fortalecido y en condiciones equitativas”. ¿Y si no es así?
Ni Adame ni Hernández manifestaron su respeto a la autoridad; por el contrario, hicieron pública su decisión de ir a la última instancia si en Morelos no alcanzan un fallo favorable. En democracia solo uno gana, los demás quedan firmes en sus convicciones y anhelos, pero siempre debe hacerse notar el conocimiento de las reglas y la posibilidad de no ser el beneficiario.
La derrota democrática hace crecer; es aprendizaje obligatorio.
Al aire
Nuestra solidaridad a la compañera Diana Valderrábano ante los excesos cometidos por elementos militares en su domicilio particular.
La respuesta inmediata ante llamadas de denuncia anónima sobre posibles delitos como el secuestro –ese fue el caso- son de reconocerse; sin embargo no puede entenderse que antes de actuar y transgredir un predio, no se haga el mínimo trabajo de investigación e inteligencia.
Diana tuvo la posibilidad de la denuncia pública y la pronta respuesta de los colegas; pero su posición excepcional de reportera no la tienen los ciudadanos que muchas veces son víctimas de engaños, venganzas, bromas, o excesos de autoridad.
Hasta el momento del envío de esta columna, no existe comunicado oficial alguno por parte de la autoridad que manifieste disculpa, explicación o justificación alguna.