*Por la difícil situación que enfrentan por el Covid19*
Alberto Corripio González tiene 60 años trabajando como lustrador de calzado en el zócalo de Cuernavaca y es la primera vez que su economía se ve golpeada por una contingencia sanitaria, ya que la prestación del servicio disminuyó en un 90 por ciento.
Después de sacarle brillo a los zapatos de un cliente, cuenta que hay días muy difíciles, como el martes pasado, cuando sólo hizo una boleada de 20 pesos y el dinero no alcanza ni para comer.
Alberto es el sustento económico en su familia, por eso pidió a su esposa comprar productos básicos, como arroz y frijoles, para su alimentación diaria.
También solicitó ayuda a los gobiernos estatal y federal, para que los 24 "boleadores" de calzado que laboran en el centro de la capital de Morelos reciban por lo menos una bolsa con productos de la canasta básica; añadió que ante la poca demanda en el servicio, 15 lustradores de zapatos ya abandonaron su sitio.