Recuerdos de mi niñez en la cocina tengo muchos, debo agradecerle a la vida que me tocó una mamá que es buena cocinera, desde siempre mi casa olía muy bien cuando se acercaba la hora de la comida.
En el librero solo había de tres tipos de libros, por un lado los recetarios de cocina y por el otro los cuentos clásicos infantiles y las novelas.
Ojeando los recetarios mi primer amor platónico con los postres fue de la hermosa imagen de unos profiteroles, ahhh... todavía recuerdo esa foto y suspiro profundamente. Se veían tan hermosos que en cuanto tuve edad suficiente me puse a hacer la receta, y ahí empezaron las decepciones cuando no me salieron igual que en la fotografía y para colmo me quemé el brazo ligeramente con la puerta del horno. Pasaron muchos años para que volviera yo a intentar hacer profiteroles. Finalmente un día, estudiando Repostería, aprendí a preparar la pasta de choux para formar los profiteroles, los empecé a practicar, hasta que un día por fin me quedaron como en las fotos de los libros.Uyyy, ese día se me llenó el alma de emoción. Uno de esos tantos proyectos que inicia uno siendo niño y finalmente los puede concluir con la madurez y la experiencia de la etapa adulta.
Tengo recuerdos muy hermosos de mi niñez, sobre todo recuerdo con gran cariño mis descubrimientos y las experiencias que me mostraron el camino de quién soy ahora. Es por eso que le tengo un cariño especial a los niños, mucho respeto y disfruto plenamente su compañía.
Me sorprende y me da tristeza cuando los adultos rechazan a los niños, es como si se rechazaran a ellos mismos. Nuestra niñez es sin duda la base y los cimientos de nuestra vida adulta y todos fuimos niños alguna vez...
Como parte de mis visitas a los campos de cultivo del arroz en el sur de Morelos, fui descubriendo el proceso del cultivo y la experiencia de conocer y de observar la flora y la fauna que rodean los arrozales. Después de cada viaje escribía mis experiencias y sin quererlo arme un diario de viaje mismo que utilicé para escribir el libro infantil y recetario "Karlitos y las espigas de Arroz"; a través de sus páginas les compartí a los niños el proceso del cultivo del arroz en Jojutla, Morelos. Creando para ellos simpáticos personajes y dos niños, los protagonistas de la historia, quienes además de descubrir la vida en los arrozales también cocinan utilizando el "Mejor Arroz del Mundo", el Arroz del Estado de Morelos Denominación de Origen.
El acercar a los niños a la cocina y orientarlos para que desde temprana edad conozcan de la importancia de cuidar su alimentación es fundamental. Si pusiéramos más atención como adultos en transmitirles el conocimiento adecuado para que los niños aprendan a elegir los ingredientes, a preferir los productos naturales y sobre todo a respetar lo que la Madre Tierra nos brinda y no desperdiciar el alimento, sería maravilloso; es muy necesario y tendríamos en el futuro jóvenes más sanos y adultos más felices.
Como parte de las actividades que realizamos en el colectivo "Del Arroz Nace el Amor", durante las presentaciones del libro "Karlitos y las espigas de Arroz", beca PACMyC 2017, se llevaron a cabo una serie de jornadas culturales y gastronómicas en el año 2018, en las que los niños recibieron sus libros de manera gratuita, leyeron la historia de Karlitos, iluminaron el cuento y cocinaron una receta del libro. Elegimos la receta de los tamales dulces de arroz, por ser la elaboración de los tamales una actividad comunitaria y divertida. La receta está inspirada en los tradicionales "Tamales Canarios", una receta cuyo origen lo ubican los historiadores en la zona oriente de Michoacán. Receta que lleva como base la harina de arroz blanco y utiliza mantequilla además de un poco de colorante amarillo, lo que le da el nombre de Canarios, amarillitos como los pajaritos.
Sin embargo, en Morelos tenemos el arroz integral rico en nutrientes, así que sustituimos la harina blanca por una harina de arroz integral tostado para contribuir a la sana alimentación en la niñez y titulamos nuestra receta como los "Tamales Gorriones", ya que éstos quedan ligeramente cafecitos pero son sin duda mucho más nutritivos y deliciosos.
Les compartimos con mucho gusto la receta para que la preparen en familia, invitando a los niños a conocer y descubrir lo maravilloso que es la cocina.
Tamales Gorriones
Tamales dulces de harina de arroz integral
Receta de la Chef Lynda Cruz Balderas
Cuernavaca, Morelos.
Ingredientes:
500 g de arroz integral del estado de Morelos para molerlo finamente y obtener harina de arroz integral, 8 huevos (separar claras y yemas), 250 g de mantequilla, 350 g de azúcar refinada de caña, 1 taza de leche entera de vaca, 1 cucharadita de esencia de vainilla, 2 cucharadas de polvo para hornear, 100 g de higo cristalizado, 100 g de almendras, 100 g de nuez picada, 100 g de acitrón de colores (opcional), 100 g de queso chihuahua menonita, hojas de totomoxtle para tamal. Mantequilla para engrasar las hojas para preparar los tamales. Vaporera.
Procedimiento:
Tostar el arroz en una sartén por unos 3-4 minutos, cuando empieza tronar, retirar del fuego y dejar enfriar. Moler el arroz en la licuadora para obtener un polvo muy fino. El resultante será la harina de arroz integral.
Remojar las hojas para tamal en agua tibia durante 20 minutos, escurrir y reservar. Rallar el queso y reservar. En un tazón mezclar el relleno, las semillas y el acitrón, reservar. Poner el polvo para hornear a la harina y reservar. En el tazón de la batidora, batir la mantequilla con el azúcar hasta blanquear e ir agregando las yemas de huevo y la harina de arroz, agregar la mitad de la leche, agregar el queso rallado y la vainilla. Agregar el resto de la leche. Reservar. Batir las claras a punto de turrón y agregarlas al batido de forma envolvente con una palita de madera. Engrasar las hojas para tamal, con mantequilla y colocar dos cucharadas de la pasta, rellenar y doblar el tamal, colocarlos dentro de la vaporera con las puntas del tamal hacia arriba. Ya que está llena la vaporera, prender el fuego y cocer a fuego alto por 45 min. Servir calientes.