Demandan que se legisle la despenalización del aborto.

Organizaciones feministas marcharon este lunes por las calles principales del centro de Cuernavaca hasta la sede del Congreso local para demandar que se legisle la despenalización del aborto, con base en la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la materia.

Señalaron que es necesario que en Morelos se aprueben las reformas a la legislación local para que el aborto no sea considerado ilícito en cualquier causal, y se reconozca plenamente el derecho a decidir de las mujeres. 

Destacaron que de esta forma las mujeres de Morelos tendrán que dejar de acudir a la Ciudad de México o a sitios insalubres donde corre peligro su vida, por temor a ser criminalizadas. 

Insistieron que ya es una realidad innegable que quienes deciden suspender el embarazo lo hacen, por lo tanto, es urgente que se establezca por ley el acceso a la salud para estos casos en los que ya lo han decidido.  

Respecto a la reciente reunión de legisladoras y diputados con el obispo de Cuernavaca, Monseñor Castro y Castro, Tania Osiris Cabrera Fuentes de la Colectiva Divulvadoras, y vocera de la red colectiva Morelos, dijo que la Constitución es clara al separar la Iglesia del Estado, y por lo tanto “los legisladores deben legislar conforme a derecho, no por sus creencias o doctrinas. No están aquí para defender a la Iglesia, sino los derechos humanos de las mujeres”.  

Desde la mañana de este lunes, las feministas se concentraron en la avenida Morelos esquina con Matamoros, a la altura de El Calvario, para marchar desde ese sitio al zócalo de la ciudad y posteriormente a la sede del Legislativo.  

En el mismo lugar, sólo separados por una calle, se apostaron miembros de la Unión Nacional por la Familia de la agrupación Provida y otras asociaciones católicas que se oponen a la reforma legislativa.  

Con rosarios en mano, junto al chapitel de la Virgen de Guadalupe, expusieron que llegaron a ese lugar porque sabían de la marcha feminista y estaban “resguardando” el templo, pues dijeron tener preocupación porque en otras marchas anteriores “hubo destrozos” en iglesias.  

A pesar de la tensión, en ese momento las mujeres llamaron por el altavoz a no caer en provocaciones e iniciaron su caminata. 

Entre las manifestantes marchaba con su bebé en brazos Elizabeth Arenas, una joven mamá quien expuso que la postura de las agrupaciones feministas es que las mujeres puedan decidir libremente, y no están en contra de la maternidad deseada. En su testimonio, refirió que muchas mujeres son víctimas de violación y no pueden abortar de manera segura, por la legislación obsoleta. 

Enfatizó que la despenalización del aborto no obliga a nadie a suspender su embarazo, sino a respetar la decisión de cada mujer.  

Alrededor de las 12:30 horas la marcha llegó al centro de Cuernavaca, donde las manifestantes realizaron pintas en edificios públicos, como el que fuera la sede del Congreso local y el palacio de gobierno. Posteriormente se trasladaron a la escalinata donde se encuentra el letrero de “Cuernavaca”, donde igualmente pintaron consignas y prendieron fuego a trapos en la estructura metálica.  

En el sitio se tomaron fotografías, y posteriormente continuaron la marcha hacia el Congreso local.