Son cuatro años de la desaparición del joven Noé Vargas Zúñiga.

A cuatro años de la desaparición del joven Noé Vargas Zúñiga, su madre Dolores Zúñiga Pantaleón denunció que la Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene congeladas las investigaciones y, pese a que por cuenta propia recaba algunos indicios, los responsables de las indagatorias han dejado que se pierdan.

Al cumplirse ayer cuatro años de la desaparición de Noé -quien estaba casado y con una hija de entonces un año- la mujer colocó la foto del joven en la ofrenda de víctimas y desaparecidos que permanece en el acceso principal del Palacio de Gobierno.

Dolores no pierde la esperanza de encontrar con vida a su hijo y está dispuesta a seguir, si es preciso sola, en busca de cualquier rastro para encontrarlo.
Le duele la ausencia, pero se mantiene resiliente y le habla a la distancia y donde se encuentra a su Noé: “Quiero que sepas que te quiero y que me haces falta, que eres el mejor hijo. Que desde aquel día (26 de mayo 2018) no paro de buscarte, de recorrer calles, de preguntar por ti en cada rincón con la esperanza de volverte encontrar”.

Pero lo que más lamenta es la indiferencia de funcionarios de la FGE hacia su dolor y al de decenas de familias a las que les falta uno de sus integrantes y cuyo paradero es todavía un doliente misterio.
“Lamentablemente las investigaciones no avanzan. Nadie me sabe decir qué te pasó. Las autoridades parecen que no les importa tu destino, como el de más de 100 mil desparecidos como tú. Son insensibles, nos criminalizan, nos revictimizan, sin ponerse a pensar en el amargo pesar que es para una madre no saber del destino de su hijo, y más cuando ni tu ni yo tuvimos la culpa. Nos tocó un país violento que no nos merecemos”, expresa, al refrendar su promesa a su hijo ausente de no parar su búsqueda.  

Describe a Noé como responsable, cariñoso y buen hijo, que vivía en el municipio de Cuautla, usualmente trabajaba en el campo y, cuando no tenía empleo acudía a los semáforos a lavar parabrisas para llevar el sustento a su familia.

La pareja de su hijo afirma que la mañana del 26 de mayo de hace cuatro años él salió a trabajar y no volvió. Ayer, al cumplirse cuatro años de su desaparición, la foto de Noé se sumó a decenas de imágenes de mujeres y hombres que fueron asesinados o permanecen desparecidos, cuyas carpetas de investigación permanecen congeladas.