*Este padecimiento tiene afectaciones en la salud mental y la funcionalidad de los pacientes que viven con este trastorno de la salud mental*
En el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar (30 de marzo), la médica especialista en psiquiatría, adscrita al Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZ/MF) No. 7, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelos, Mariza Tlapa Rangel, indicó que el tratamiento regular para el trastorno bipolar es el abordaje farmacológico y psicoterapéutico de forma complementaria.
El trastorno bipolar es un trastorno de salud mental crónico, episódico y recurrente que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo, perdiendo el control sobre el mismo, presentando oscilaciones más o menos bruscas que van desde la euforia patológica (manía) a la depresión sin que esté relacionado con factores externos, es decir eventos que puedan propiciar la depresión.
La especialista en Psiquiatría señaló que no se sabe con certeza qué o cuál es la causa de este trastorno, y sólo se conocen algunos factores como son: la deficiencia del sistema límbico y en los neurotransmisores como la dopamina, serotonina y acetilcolina que están implicados en la fase de desestabilización anímica, y factores genéticos (cierto grado de heredabilidad).
Destacó que es importante que las personas que vivan con el trastorno bipolar obtengan información sobre su enfermedad, acudan con un médico especialista en Psiquiatría para su atención y sigan las indicaciones del médico destacando el: “no suspender el medicamento ni cambiar la dosis”.
“Si bien puede aparecer a cualquier edad, generalmente se detecta en la adolescencia o poco después de los 20 años; básicamente existen dos fases o episodios: las depresivas y las maníacas”, señaló.
Al respecto, la doctora refirió que la manía es: un aumento patológico del estado de ánimo, además, se presenta irritabilidad fácil, que puede llegar a la agresividad verbal y/o física, disminución de la necesidad de dormir, aumento de energía, las personas hablan excesivamente y pasan de una idea a otra; aumento de la velocidad del pensamiento y del impulso sexual, descuido de su aspecto físico, vestimenta extravagante o llamativa, entre otros aspectos.
“En los casos más graves pueden presentar síntomas psicóticos (delirios y/o alucinaciones). En la fase depresiva se observa ánimo triste, fatiga fácil, insomnio y/o somnolencia, pérdida de interés y disfrute en actividades que antes disfrutaba, ideas de sentirse menos que los demás, ideas de culpa, ideas de desesperanza, pensamientos de muerte, llegando a presentar ideación y/o intentos suicidas”, agregó.
La especialista mencionó que existen distintos tipos de trastorno bipolar: El tipo I es donde se ha sufrido un episodio de manía y uno o varios de depresión; mientras que en el tipo II, se caracteriza por presentar al menos un episodio de hipomanía (un grado más leve de manía) y uno o más de depresión.
Finalmente recomendó que con referencia a las características que detalló de una persona que vive con trastorno bipolar sea posible identificar si algún familiar o persona cercana necesita ayuda. En caso de ser así, acudir con el médico familiar quien como especialista posee las competencias necesarias para poder identificar, abordar o derivar en caso necesario.
El IMSS busca mejorar la calidad de vida de sus derechohabientes por medio de tratamientos multidisciplinarios que ayuden a tratar de manera oportuna este trastorno de salud mental y otros, previniendo complicaciones que pueden incluso llevar a una discapacidad.