Denuncian elevada incidencia de delitos; reclaman justicia por el reciente asesinato de una maestra durante un asalto.
Extorsión, asaltos, robos, secuestros exprés y amenazas son los delitos más constantes que enfrentan las y los maestros, quienes estiman que se han registrado en la zona de la capital al menos cien casos desde que inició el ciclo escolar a la fecha. Esta situación fue expuesta durante la marcha por la seguridad del magisterio realizada este martes, en la que el gremio también reclamó justicia por el homicidio de la profesora Alejandra Soto Casillas ocurrido durante un asalto en Cuernavaca.
Los docentes se congregaron desde la mañana de este martes en la glorieta del Niño Artillero en la colonia Las Palmas de esta ciudad, lo que ocasionó el cierre de varias vialidades importantes.
Basílides Nava Ariza, uno de los integrantes del comité organizador de la marcha, ex dirigente sindical y actual jefe del sector 01 de Primarias en Cuernavaca –donde está ubicada la escuela “Aquiles Serdán” frente a la que fue ultimada la maestra Soto Casillas durante un asalto- sostuvo que la ciudadanía está furiosa y harta por la inseguridad que prevalece.
Aseveró que la rabia e impotencia se ha ido engendrando y el hecho violento en el que le arrebataron la vida a la profesora de educación física, detonó la indignación.
Aseveró que por tratarse de la capital la mayoría de los casos que registran, se han dado en Cuernavaca. Dijo que la demanda es que se haga cargo de la seguridad la Guardia Nacional y que se mantenga a las escuelas como zonas blancas para los grupos delictivos.
Sostuvo que este grupo del magisterio dio de plazo 30 días para que la Fiscalía General del Estado rinda resultados sobre el asesinato de la maestra Soto Casillas, y de otros más que no han sido denunciados públicamente por temor.
Estimó que desde que inició este ciclo escolar (en agosto) a la fecha hay por lo menos cien casos de maestros que han sido víctimas de la delincuencia. Los delitos más constantes son el asalto, robos, extorsión, secuestro exprés y amenazas. “Ya el grado de violencia es inadmisible ya estamos hartos y profundamente indignados… el delincuente que mató a la compañera cometió un acto indigno, de un animal, de matar a una joven cuando su hija de nueve años que iba en la camioneta le gritaba que no matara a su madre. Todavía de que ya le había disparado de un rozón en la cabeza, por lo que cayó la compañera el suelo, ya le había quitado la camioneta y la remató en el suelo, eso es aberrante, indignante, y no se puede permitir…”
Mencionó que están haciendo un listado de hechos delictivos en los que las víctimas directas son del magisterio, el cual será entregado a las autoridades para que sea investigado y proceda conforme a derecho.
El contingente fue encabezado por organizadores y familiares de la maestra asesinada, entre ellos su tía Rosalinda Casillas, quien negó que Alejandra se haya resistido al asalto como lo dijeron autoridades.
Entre lágrimas, explicó que la víctima de 32 años sólo trataba de pedir que el delincuente dejara que se bajara su hija de la camioneta, antes de darle las llaves para llevarse el vehículo. Delante de su niña pequeña de nueve años– quien suplicaba a gritos que no matara a su mamá- le disparó a sangre fría. La niña quedó en orfandad pues la docente era madre soltera.
Ramón Rosales Juárez, director de una secundaria en Cuernavaca e integrante del comité organizador comentó que ya los profesores de educación física habían decidido movilizarse para exigir justicia por el caso de la maestra Alejandra y ante el hartazgo de la inseguridad, pues son frecuentes los robos en escuelas, la aparición de mantas, los asaltos y otros delitos.
Dijo que por esta razón otros maestros, jefes de sector y directivos decidieron sumar y participar en la protesta pacífica. “No es que hayamos esperado es que esto derramó, constantemente hemos exigido protección y seguridad para escuelas en varios municipios y en todo el estado, pero nosotros hemos visto que aquí ha sido una constante, aquí se concentra el mayor número de escuelas y el mayor número de maestros”, argumentó.
Ante la queja de algunos maestros sobre el carácter obligatorio de la asistencia a la marcha, Rosales Juárez externó que no hay ciudadano que no esté harto de la inseguridad y que no quiera paz; “no se obliga a nadie”.
Además, dijo que todos los presentes eran afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y su dirigente Joel Sánchez Vélez estaba enterado: “somos respetuosos, no convocamos como sindicato, el maestro Joel lo sabe y ya él decide si se suma o no a esta causa de la seguridad, él lo sabe, nadie fue excluido, la convocatoria fue abierta”.
El mismo organizador aseguró que no se trató de una movilización con fines políticos al sostener que durante la marcha nadie habló de partidos y entre el magisterio hay simpatizantes y militantes de todas las fuerzas políticas.
Por su lado, el director del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos, quien participó y encabezó también la caminata, expresó en entrevista que acudió “como otro maestro más”, que respondió a la convocatoria “ante esta sentida y justa causa de la paz” que enarbolan las y los maestros. Ratificó que ya se habían comenzado a organizar docentes de educación física de Cuernavaca y se sumaron más integrantes del magisterio.
Ante los señalamientos del presunto uso electoral de la marcha, respondió que es falso. “La seguridad es para todos y la demanda es generalizada…yo tengo dos hermanos desaparecidos, sé lo que es el dolor, la rabia, la impotencia, conozco el dolor de una madre ¿tú crees que yo voy a usar esto?”
Ratificó que el llamado es a dejar las escuelas libres de violencia, que los grupos delictivos respeten estos espacios de las comunidades, de las infancias. A dejar a las maestras y maestros que se dedican a trabajar por el futuro de los niños y las niñas.
El contingente avanzó por la avenida Morelos hasta el cruce con Motolinía. La madre de la maestra Alejandra Soto, casi se desmayó, por lo que su hermana y directora de la escuela “Aquiles Serdán” agradeció las muestras de apoyo y solidaridad a la familia, así como la demanda de justicia para la joven.
Varios oradores ratificaron la exigencia de seguridad y a favor de la paz.
Un grupo de maestros decidió proseguir la marcha hasta el zócalo de Cuernavaca.