De tres a cuatro intentos de robo al mes sufre la capilla de Tepetates y a pesar de contar con algunas cámaras de seguridad son insuficientes.
El párroco Pedro Castillo Mejía dijo que en los últimos meses han sido más constantes los ataques, pero no han logrado hurtar nada de gran valor.
Los amantes de lo ajeno han tratado de abrir las alcancías donde los feligreses aportan su limosna, asimismo han robado imágenes y floreros.
El padre informó que se compraron cámaras de seguridad con recursos propios, pero recordó que no son suficientes para impedir los asaltos y otros ilícitos, por lo que ha pedido a autoridades de seguridad que se coloquen más dispositivos de videovigilancia oficiales, que la propia policía pueda monitorear.
Castillo Mejía recordó que más que valor económico en ese templo hay valores para la fe de los creyentes, así como recursos que no son cuantiosos y que se usan para la operación de la iglesia y los propios servicios religiosos.