De acuerdo con el restaurador Antonio Zamora Cárdenas, “vamos a recurrir al sistema constructivo original, que es a base de cales, arena de tezontle, baba de nopal y un poco de cemento para que tenga una buena consistencia”.
Respecto de los trabajos que se desarrollarán en el edificio, sostuvo: “Vamos a abrir las fracturas con unas raquetas especiales, para poder encontrar el daño para prepararlo y poder inyectar”, destacó.
Y añadió: “Nosotros calculamos que existen unos 60 metros en los que se habrá de trabajar, de acuerdo a la primera inspección que hicimos. No sabemos si sean los 60 o un poco más, pues al momento de abrir, seguro nos encontraremos con detalles adicionales, lo que por igual tendremos que trabajarlos”.
El especialista descartó que “por sí solo, el edificio represente riesgo de desplome, eso sólo que haya un temblor muy fuerte, pues los muros gruesos son los que cargan al palacio municipal”.
Respecto a las visibles fisuras que presenta el inmueble, señaló: “Las fracturas que se ven no son de alto riesgo, sino que hay que repararlas para evitar un daño mayor”.
Respecto a la antigüedad sostuvo que “hay dos etapas constructivas muy marcadas en este edificio, una es la Primera Casa de Real de Cuautla, que fue construida en 1712, que abarca de la entrada principal hacia el fondo en un solo nivel. La segunda etapa, que es una arcada que tenemos al frente, es de 1818 en adelante y fue una idea traída de la ciudad de México, de acuerdo a los arquitectos del INAH, quienes comentan que se tienen los colores que trajeron de allá”.
Finalmente señaló que “antes de ejecutar cualquier tipo de trabajo, debemos de solicitarle al INAH la autorización, precisamente porque está catalogado como monumento histórico, aunque el ayuntamiento va a absorber el costo, que es de 116 mil pesos con impuesto incluido”.