Aunque durante los últimos tres días no se han registrados lluvias, las montañas aun se encuentran saturadas de agua, lo que se puede apreciar con los permanente escurrimientos en las laderas, lo que los hace peligrosos.
Debido a la alta afluencia de personas que ya circulan por este lugar, la carretera La Espada se mantendrá cerrada a la circulación, pues los taludes siguen presentando un riesgo latente de deslaves.
El jefe de la oficina regional de la Dirección Estatal de Protección Civil, Jesús Hernández Mendoza, dio a conocer que con maquinaria del gobierno estatal se siguen limpiando los caminos que han sufrido deslaves; sin embargo, tomando la experiencia de Oaxaca, se acordó restringir la circulación por las zonas de más alto riesgo.