Luego de ser notificados sobre la medida, los vendedores se presentaron en dos grupos al ayuntamiento, uno de los cuales exigía se les permitiera vender; sin embargo, el mayor de ellos, que encabeza Esther Vidal Huerta, coordinadora general de Comerciantes y Prestadores de Servicios de la CTM, aceptó que sólo trabajen los días sábados y domingos.
La dirigente estableció: “Estamos conscientes de que está inundado de comerciantes, pero son gentes de la tercera edad, entonces son gente que ya no consiguen trabajo fácilmente; por ello pedimos que el presidente municipal nos ayude a que esta gente cuando menos trabaje estos días”.
Y es que, estableció “que vayan a hacer una investigación, pues ésas son las personas que alborotan a la gente en este momento, pues se les llamó la atención por quejas de la escuela y vecinos, quienes señalaron que ahí toman bebidas embriagantes, usan la vía pública como sanitario, pasan las madres de familia y les faltan al respeto y además con su mercancía no dejan que los padres de familia esperen a sus hijos a la salida de la escuela”.
Denunció que “estacionan sus camionetas –por eso digo que si son comerciantes que buscan la manera de ganarse la vida, no van a tener camionetas y coches–, entonces ahí estacionan sus carros y ni siquiera tránsito puede quitarlos.
“Son personas que no son de aquí, sino que vienen de México y ya se apropiaron de esos lugares, los cuales, cuando nos dieron la oportunidad de vender, ellos vinieron y se apropiaron, pues estaban desocupados, precisamente porque es la entrada de la escuela”, apuntó.
Recordó que “antes estaban en nuestra organización, pero cuando les llamaron la atención se aparataron, por eso no estamos de acuerdo en ellos, pues perjudican a niños, a madres y vecinos, quienes llegan a tomar su autobús, a todos los perjudican”.
Asimismo, dejó en claro “yo no junté las firmas; el paquete lo entregaron los padres de familia y la directora de la escuela”.