De acuerdo con Francisco Alanís Gómez, presidente de la asociación, “el riesgo es mayor en áreas contaminadas; por ello, en Arroceros de Oriente continuamos con el programa de mejoramiento genético del arroz, pues buscamos ir generado nuevas variedades de las que tradicionalmente se sembraban”.
Recordó que “ya con anterioridad se han tomado medidas, pues la presencia del hongo fusarium abarcaba todo el arroz, por lo que se buscó, a través de investigaciones, lograr variedades más resistentes a este hongo, lo que finalmente se logró, pero no se descarta que en el futuro haya un problema similar”.
Nuestras variedades, comentó, “son resistentes pero pueden dejar de serlo en la medida en que se usen aguas contaminadas, sobre todo de las aguas de las ciudades y de las industrias; lo que estamos buscando es que se termine, independientemente de la mejora que se hace en las variedades de las semillas que tenemos”, apuntó.
Asimismo, hizo un llamado para que, “a través de las asociaciones de usuarios, junto con los ayuntamientos, para que planeen el desarrollo con plantas tratadoras de agua y que garanticen la pureza que necesita el campo para producir”.