De acuerdo con el vecino de esta parte de la ciudad Alejandro García Hernández, “hemos pedido la intervención de las autoridades para que haya más patrullaje y así poder contrarrestar los focos rojos de nuestra comunidad, ya que vemos que hay jóvenes que se drogan”.
Señaló que la petición a las autoridades no es algo nuevo, “pues anteriormente ya entraron las corporaciones, pero se ha vuelto a instalar este problema; más si tomamos en cuenta que estamos a sólo cuatro cuadras del centro de la ciudad”.
Si bien es cierto que la vigilancia policíaca ha ahuyentado en parte a los jóvenes ociosos, “y hemos visto que ha bajado el índice de delincuencia, pero en la parte donde se ha agudizado, es una ‘mini zona de tolerancia’, ya que toda la calle Gustavo A. Madero tenemos alrededor de siete cantinas y hay refugio para delincuentes”, apuntó.
Sin embargo, fue claro al establecer que “no me atrevo a decir que en las cantinas se venda droga, pero hay vecinos que siempre se están quejando, ya que está en riesgo su integridad”.
Asimismo, sostuvo que “en la calle Primera de Paulo Martínez se juntan varios jóvenes durante varias horas del día y al parecer consumen drogas, lo que representa un problema colateral pues en total tenemos 11 cantinas, de las cuales tres o cuatro no respetan el horario”.