De acuerdo con Sámano Ríos, “la contaminación sigue avanzando, no hay del todo una respuesta a la remediación del sitio; la semana anterior estuvimos con la empresa, representada por Juliana Mora, y pudimos darnos cuenta que en verdad, de acuerdo a lo pactado en la entrega, no se había hecho mucho; de hecho, se había hecho si acaso un 10 por ciento”.
Aunque, agregó, “en la medida que presionamos nosotros, nos dimos cuenta que en esta semana hubo resultados de inmediato. Tengo las fotografías del video de cómo estaba, que estaba peor de como lo habíamos entregado, y en la plática, establecimos los compromisos con metas a vencer y nos dimos cuenta que en esta semana hubo avances.
“Me di cuenta que lo que era un relleno o un basurero, el día de hoy por la mañana volví a estar presente, para ver precisamente que se hubiera apagado el incendio, que se inició y debo decir que no está en las condiciones que estaba la semana pasada. Han compactado parte de la basura; se colocó terraplén y han iniciando los trabajos para la tercera celda, que es la que está en litigio.”
Pero a pesar de ello, el regidor se sinceró y estableció: “Lo que me preocupa mas es el drenaje pluvial que va sobre la periferia del relleno y que es precisamente por donde escurren los lixiviados; a nosotros nos argumentaba la empresa que apenas lo habíamos entregado a principios de diciembre y que no se había hecho mucho por las festividades y que incluso, no podrían avanzar porque los pepenadores tenían sus barcinas y no permitían que las máquinas trabajaran.
“Estando ahí nosotros presentes se dio el compromiso de que estas barcinas las sacarían diario, tendría que amanecer limpio; mas sin embargo (sic), no lo hizo. Volvimos a platicar con ellos el jueves y se comprometieron que antes de las ocho tendrá que estar diario. Pero no se cumplió; por ello nosotros presionamos a la empresa y ésta debe de presionar a los pepenadotes.
“En el momento en que éstos fueron presionados sin permitir la pepena, es como se da este conato de incendio, del cual pensamos que fue provocado, pues no hubo explosión.”
A la empresa se le dieron metas a cumplir en 30, 60 y 90 días, a lo que añadió: “El plazo de 30 días se venció la semana pasada y no se cumplió, de ahí la supervisión de nuestra parte y de no tener resultados, se podría incluso revocar”, finalizó.