Los hechos se registraron en la calle Jalisco número 7, de la ampliación de la colonia Iztaccíhuatl de Cuautla, lugar hasta donde se trasladaron elementos del Instituto de Protección Civil del Estado de Morelos, de la unidad municipal de Protección Civil y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quienes evacuaron a una familia vecina para prevenir mayores daños.
En el lugar se encontraron numerosos tambos de diversos tipos, entre los cuales se encontraban por lo menos seis que emanaban los vapores tóxicos.
Los afectados son Luisa de Dios Aguilar, de 36 años de edad, y Reyes Sánchez Flores, de 37 años, quienes resultaron con afectaciones en ojos y vías respiratorias, luego de abrir un tambo al que llenaron con agua, provocando la reacción química que produjo los vapores.
El director de Protección Civil en Cuautla, Rubén Apáez Omaña, dio a conocer que de acuerdo con la Guía de Emergencias para productos peligrosos, dichos tambos contenían una sustancia clasificada como corrosiva nivel 8, al parecer, ácido fosfórico y acido crómico.
Con base en la información proporcionada por los afectados, éstos habían comprado los tambos a unas personas que recorren las colonias en una camioneta con los recipientes, ofreciéndolos para el almacenamiento de agua en los domicilios, sin advertir de los riesgos que representan al contener residuos de las sustancias peligrosas.
Lo anterior se deriva de que las empresas que utilizan dichas sustancias, para ahorrarse los costos de confinamiento, prefieren vender los tambos en las colonias marginadas donde no hay servicios públicos como el agua potable, lo que constituye un alto riesgo para la población, informó Rubén Apáez Omaña.