Como desafortunadamente casi todos los centros e institutos de investigación son del gobierno federal, se puede decir que uno de las grandes problemáticas que afronta el sector es la carencia de vacantes o plazas suficientes para emplear con salarios dignos a los recursos humanos que se están formando en las instituciones de educación superior, centros de investigación del país o en el extranjero. O peor aún, muchos de los estudiantes que cursan estudios de posgrado fuera del país, son absorbidos por las naciones donde realizan sus estudios, con la consecuente pérdida de capital humano para el país porque se trata de estudiantes que fueron formados por el Estado mexicano en los diferentes grados escolares (primaria, secundaria, educación media y superior). La Academia Mexicana de Ciencias, en ese sentido, estima que en el país concluyen su preparación doctoral alrededor de tres mil estudiantes, y de ese universo, únicamente cerca de mil consiguen un empleo para continuar con sus trabajos de investigación. Por cada mil jóvenes que se pierden en un año, el país pierde más de dos mil millones de pesos.
Dicho de otra manera: ni el gobierno federal o los estatales tienen la capacidad para contratar a los egresados al ritmo que se requiere. Por otro lado, el sector empresarial de nuestro país no ha visto en el campo de la ciencia e innovación tecnológica una fuente de ingresos porque quieren el rendimiento de utilidades de manera inmediata. Contrario a esta visión la iniciativa privada en los países desarrollados considera que la inversión en el campo de la ciencia es para obtener ganancias pero hasta la siguiente generación.
Este es el contexto en que se enmarca el arribo de Enrique Villa Rivera a la dirección del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Es una buena noticia para la comunidad científica, porque el ex director del Instituto Politécnico Nacional (IPN) posee una amplia trayectoria profesional estrechamente ligada al quehacer académico y científico y por ello mismo conoce el sector. Es, desde esa perspectiva, un buen punto de partida en la ruta que se debe seguir en la construcción de las condiciones necesarias para el desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica, a través de una efectiva política de Estado.
Los diputados y senadores de las comisiones de Ciencia y Tecnología han externado su disponibilidad para apoyar el desarrollo del sector y Villa siempre ha planteado la necesidad de que se debe de trabajar con el legislativo para alcanzar el umbral del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que establece la Ley de Ciencia y Tecnología. México padece graves rezagos en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. El impulso de estos sectores es crucial para la competitividad, el crecimiento económico y el bienestar social.
La asignación de recursos para la educación y el impulso de la investigación científica es la mejor inversión que puede hacer una nación, lo hemos dicho en anteriores entregas. Es, además, una recomendación que en las últimas décadas organismos internacionales, como Naciones Unidas, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha hecho a sus Estados miembros; es una tendencia mundial –avalada por el crecimiento económico- que han obtenido los países que han apostado por la ciencia y la innovación tecnológica como motor central de sus economías, aparejado a un bienestar social y una elevación de su tasa de desarrollo humano porque este binomio (ciencia-tecnología) gravita en la calidad de vida, salud, alimentación, la búsqueda de energías alternativas y el cuidado del medio ambiente, entre otros aspectos.
Alrededor del País
OCDE-Derechos de las madres.- Entre los países de la OCDE existen una gran diferencia en cuanto a los derechos de las madres. Mientras en el Reino Unido se puede extender su licencia de maternidad hasta un año, en otras naciones no existe esta oportunidad. En Chile, por ejemplo, las madres tienen 18 semanas pagadas durante su licencia por maternidad, que sólo es una semana menos que el promedio de los países de la OCDE. Durante ese periodo las madres chilenas reciben su salario completo, que es un poco más tiempo que el promedio de los países de la OCDE. En México la baja de maternidad aún es más corta. Aquí se recibe durante 12 semanas su salario completo y no se puede extender la licencia. Además una licencia de paternidad prácticamente no existe en México –salvo casos muy aislados-- y en Chile sólo son 3 días no pagados, mientras en Alemania los padres tienen el derecho a una licencia de paternidad de más que 11 semanas pagadas (más casi 6 semanas no pagadas). Los Estados Unidos son el único país en que las madres no tienen ni una semana pagada.
Tribunales y litigantes.- La más reciente polémica derivada de la exhibición de la película “Presunto Culpable”, ha colocado el ojo del huracán la actuación de los tribunales de justicia, sea en el fuero común o en el orden federal. Nadie puede negar el valor de la película filmada por los abogados Layda Negrete y Roberto Hernández y, más aún, la injusticia en el caso del actor Juan Antonio Zúñiga, quien vivió en carne propia las desviaciones del sistema judicial, en particular el penal.
Pero para hacer un cambio radical en la forma que se imparte la justicia en México implica, además de recursos presupuestales suficientes, un cambio de fondo en la cultura jurídica en nuestro país, pasando por cómo se imparte el Derecho en las escuelas y como se forman en la ciencia del Derecho los futuros abogados, la necesaria capacitación y especialización de jueces, ministerios públicos, entre otros actores que participan en la multiplicidad de procedimientos dentro del proceso, jurídicamente hablando. Y en este contexto subyace, también, el debate entre jueces, abogados y analistas del Derecho, quienes dejado constancia de su postura en contra o a favor de los juicios orales en México.