De acuerdo con información de Guardiola Herrera, médico general, “ésta es una enfermedad bacteriana, contagiosa que afecta a animales domésticos y al hombre. En el caso de los bovinos, se infectan principalmente por contacto con animales enfermos o alimentos contaminados. La bacteria se disemina a través de las movilizaciones de animales enfermos”.
Personal de las brigadas que llevan a cabo el combate a la enfermedad destacaron por su parte que “la sintomatología que se presenta entre los animales enfermos es el adelgazamiento progresivo, mastitis crónica, tos seca y persistente, disminución paulatina de la producción de leche y tumoraciones en diferentes partes del cuerpo.
“Sin embargo, los síntomas pueden tardar mucho tiempo en comenzar a manifestarse, por lo que es recomendable que se realicen exámenes por parte del personal especializado de manera periódica, en la búsqueda de combatir la presencia del mal de manera efectiva”, señalaron.
Los análisis para comprobar que el hato se encuentra libre del mal son necesarios para efectuar la venta y movilización de los bovinos, por lo que las acciones que se siguen son de alto significado para los productores pecuarios y para la población consumidora de productos lácteos.