Lo ha hecho desde hace más de una década: convocar a todos los sectores (padres de familia, académicos, investigadores, organizaciones civiles, autoridades educativas en los tres niveles de gobierno) para discutir, hacer un balance y una reflexión sobre los pasos, avances, retrocesos, logros y resultados, que arroja el Estado mexicano en materia educativa.
Avances, retroceso y omisiones
Los resultados obtenidos en la última década, son disímbolos. Hay avances, pero también espacios en donde no se ha podido avanzar. Y eso implica la necesidad que emprender un cambio del sistema educativo, el cual tiene grandes desafíos. Se ha alcanzado la universalización de la escuela primaria, pero en el tránsito hacia la secundaria, hay grandes problemas (sobre los cuales se reflexionará en estos foros), como la deserción escolar.
¿Qué se necesita para mejorar la función de los maestros para mejorar la calidad de la educación? Es muy simple: hay un compromiso de los maestros con la sociedad y el Estado mexicano para que puedan estar acordes a las demandas y a las nuevas condiciones de enseñanza del siglo XXI. ¿Cómo están los maestros que se formaron en el siglo XX y hoy en día de cara al XXI? Estas preguntas forman parte de las temáticas que se abordarán en el 5º. Congreso Nacional del SNTE. Hay una exigencia social porque se eleve la calidad de la educación y desde la descentralización de la educación en 1992, cuando se transfirieron los servicios educativos a las entidades federativas, el magisterio ha establecido la necesidad que instrumente una política de Estado, fuera de cualquier carácter partidista.
Hacia una nueva ruta
Si los maestros tienen que actualizarse en el sentido de que ellos han dejado de ser los transmisores de información, entonces los maestros tienen que actualizarse. ¿Cuál es la ruta a seguir para los docentes? Las maestras y los maestros demandan su actualización. El Acuerdo por la Calidad de la Educación (ACE), signado en 2008, en gran medida cristalizaba parte de esos objetivos, pero los mecanismo burocrático-administrativos a nivel federal y estatal, terminaron por dejarla fuera de ruta. Ni las administraciones priístas, y posteriormente, bajo el esquema de la alternancia política, han podido situar la agenda educativa como el centro de gravedad para el desarrollo del país. El magisterio, nuevamente, abre las puertas para el análisis público, para hacer un balance de lo que ha sido la estrategia gubernamental en los últimos diez años.
ALREDEDOR DEL PAÍS
Desempleo en el campo de la ciencia y la tecnología.- Como bien lo ha señalado el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Arturo Menchaca Rocha, la deficiente cobertura educativa a partir del bachillerato, a nivel nacional, y la falta de empleo para nuestros jóvenes con doctorado, es un grave problema. Y es que hace varias semanas se dijo que los Centros Nacionales de Investigación a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) habían contratado un investigador joven cada cuatro días desde 2006, es decir, menos de 100 investigadores por año contratados por ese sector, cuando tan sólo el año pasado se doctoraron tres mil jóvenes.
“Ofrecer lugar a tan solo 3 de cada 100 doctorados en el sector público es muy parecido a un congelamiento de plaza”, enfatizó. Y como bien sabemos, ante la falta de inversión del Estado mexicano y la puesta en marcha de una política de cancelación de plazas en los institutos de investigación federales, aplicada desde el gobierno de Vicente Fox y retomada por la actual administración, lamentablemente el desarrollo tanto de la ciencia como de la innovación tecnológica en México se encuentra rezagado.
México, una década para disminuir la desigualdad.- El reporte de la OCDE “Abordando la desigualdad”, establece que México acumuló una década (2000-2010) en mejorar la distribución del ingreso. De hecho, en el transcurso de los último seis se acentuó la brecha social en cuanto a la repartición de la riqueza generada en el país. Si nos comparamos a nivel regional con otros países con economías y niveles de desarrollo similares, los reportes internacionales, en este caso del Banco Mundial, señalan que una décima parte de los mexicanos que se encuentra en la punta de la pirámide del ingreso concentra 41.4 por ciento de la riqueza generada anualmente en el país, que es equiparable a la registrada en 2000.