De acuerdo con Juan Martínez Bautista, integrante del Frente de Defensa del Agua, “el riesgo de escasez del líquido está presente en prácticamente todo el estado, principalmente para el consumo humano, ante la falta de una visión encaminada a evitar su contaminación y entrega a intereses particulares para su posterior venta al población”.
Destacó que “la lucha de los pueblos de la zona sur es apenas una manifestación mínima frente a las necesidades que se viven en todo Morelos, de ahí que el conglomerado de pueblos por el agua, el aire y la tierra siga creciendo y seguramente mantendrá ese mismo sendero al paso de los años.
“Las luchas entre habitantes de la zona oriente son muchas, como la que sostienen beneficiarios de la barranca Amtzinac contra un grupo de habitantes de Tetela, quienes utilizan mangueras para extraer, sin permiso, el agua que debería de llegar a los campos de cultivo o en su caso, la que llevan habitantes de Popotlán, quienes se les quitó su agua potable. En Axochiapan prácticamente todo el trienio del panista Leopoldo Rodríguez pasaron sin agua potable y hay más conflictos aún”.
Estos pueblos, además de quedarse con el agua, no tienen programas efectivos para el aprovechamiento, lo que ha derivado en escasez y pobreza en los municipios.