Florentina Vique Hernández, vecina de Casasano, denunció lo que a su parecer, “se ha vuelto una constante, pues sus unidades son verdaderas carcachas, pero además ya han iniciado gestiones para que se les autorice un incremento al precio de sus tarifas”, apuntó.
Relató que “cuando un vecino de esta comunidad quiere trasladarse hasta las proximidades del Centro de Readaptación Social (Cereso) o por el rastro municipal, tiene que pagar doble pasaje, por la sencilla razón de que los conductores de las combis no cubren al cien por ciento su ruta, bajan a los usuarios con la excusa de que se les hizo tarde. Parece ser que los señores van a recibir alguna herencia, porque siempre llevan prisa. ¿De qué? solamente ellos lo saben… Todo hace indicar que trabajan con un horario, el cual es establecido por alguien que carece del sentido del tiempo y la distancia, ya que con ampliarlo 10 minutos todo se solucionaría”, subrayó.
Además, estableció, “anteriormente esta ruta cubría la calle de Puente de Ixtla, en la colonia Morelos, de la cual no podían desviarse; sin embargo, de la noche a la mañana la cambiaron a la de Tetecala, situación generada por los intereses mezquinos de los concesionarios”.
“Las deficiencias se acentúan en el servicio de transporte colectivo de Casasano, pues no dejan de fumar, no se bañan, hablan como si estuvieran en la cantina y no lavan la destartalada unidad que medio conducen. Ojalá que las autoridades del transporte establecieran medidas para corregir este tipo de situaciones que se repiten en otras comunidades de la ciudad de Cuautla”, enfatizó.
Para finalizar, la vecina de Casasano lamentó que “éstas son las condiciones cotidianas por las que deben atravesar los usuarios de ese transporte, que no sólo es carísimo sino en cuanto a su calidad deja mucho que desear”.