En este sentido, Eulalio Castillo Gerardo, representante de la Ampliación Patria Libre explicó: “Venimos a solicitar que se nos dé una respuesta a los dos oficios que hemos enviado, tanto el sistema como al ayuntamiento, pues de manera respetuosa estamos solicitando que se nos mantenga la anterior tarifa, derivada ésta de un convenio con la anterior administración.
“Lo que se nos ha informado es que ya no nos corresponde una tarifa popular, sino la tarifa dos, pues, de acuerdo a las autoridades, las condiciones de vida que tenemos actualmente quienes habitamos estas ampliaciones no hacen viable llevar a cabo la aplicación de una tarifa preferencial”.
Sin embargo, sostuvo, “lo que nosotros estamos argumentando el día de hoy es que muchas de nuestras familias que viven en esas ampliaciones de Gabriel Tepepa como son Patria Libre, Chirimoyo, Tepetates, Campo de En medio, Malena Lara y Unidad Popular Coahuixtla (esta última perteneciente al municipio de Ayala), no contamos con los recursos suficientes para realizar un pago mayor”.
En asambleas llevadas a cabo en cada una de estas ampliaciones “hemos expuesto que hay una situación económica muy grave, la mayoría de la gente –por no decir toda– tiene como ingreso único lo que puede vender como ambulante, además de que todos sabemos la crisis que está viviendo país y la baja en las remesas de las familias, además de que ha aumentado la carestía y se presenta un gran número de familias desintegradas un 40 por ciento aproximadamente, de quienes están enfrente una sola persona, muchas veces la abuelita o una madre soltera”.
Entonces, añadió, “estamos pidiendo la sensibilidad al gobierno para que acomode la tarifa de manera que sea popular y que se pueda pagar; la gente no se niega a pagar, pero si consideramos que si en función de un servicio, pues éste ha sido irregular, nos han suspendido muchas veces porque al parecer descomponen la bomba”.
De igual forma, estableció que “la gente está muy inconforme con la calidad del agua que estamos recibiendo; el sistema nos dice que es agua apropiada para el consumo humano, sin embargo nadie prácticamente en estas comunidades consume esa agua porque es extremadamente pesada y realmente hay temor hasta que no nos demuestre lo contrario y que pueda generar los cálculos en los riñones y demás”.
El costo anual que están pagando los habitantes de esta zona es de aproximadamente mil pesos, mientras que con el convenio que se mantenía anteriormente era de entre 360 a 400 pesos.