Al mismo tiempo, hicieron un exhorto a no caer en la propaganda ficticia de productos “milagro” que ofrecen bajar de peso casi de manera instantánea, pues recordaron que “las fórmulas mágicas llevan al fracaso y a descompensaciones orgánicas. Se recomienda bajar sólo de medio a un kilo por semana; pérdidas de peso mayores pueden ser peligrosas para la salud”.
El consumo de agua natural, bajar el consumo de azúcar y grasas lácteas en bebidas, aumentar la ingesta de verduras, frutas, leguminosas y cereales enteros, sumados a la activación física, es el mejor mecanismo para bajar de peso y mantener la salud, señalaron.
Uno de los principales signos de riesgo es la acumulación de grasa en el abdomen, conocida por su forma de manzana, lo que representa una alerta para iniciar un régimen de ejercicio y alimentación más sana. Señalan que la grasa acumulada en el abdomen es mal augurio del estado de salud de la persona; “para prevenirla se recomienda medir la cintura de manera periódica para identificar si tiene riesgo de enfermar”.
Los especialistas manifestaron que el Seguro Social tiene en marcha un programa para prevenir dichos padecimientos desde temprana edad. El programa “CHIQUITIMSS” está dirigido a niños menores de cinco años de edad, a quienes se les enseña a alimentarse de manera saludable conociendo los nutrientes que aporta cada alimento.
Destacaron que las medidas normales de las personas es cuando no rebasan los 80 centímetros la circunferencia de la cintura; el riesgo aumenta cuando llega a los 87.9 centímetros y se considera un riesgo muy alto cuando la cintura llega a medir los 88 centímetros.
Es por ello que el IMSS recomienda que cuando se llegue a los 80 centímetros se debe modificar la ingesta de alimentos, disminuyendo los ricos en grasa, colesterol y azúcares refinados, además de que se debe realizar ejercicio aeróbico por lo menos 60 minutos diarios, para prevenir las enfermedades crónico-degenerativas.