Lo anterior, debido a que durante los operativos desplegados inmediatamente después de los movimientos telúricos, sólo se realizó la evaluación de los edificios escolares por fuera. Por lo que, una vez que se abrieron las aulas y las oficinas administrativas, se podrían descubrir daños estructurales que obligarían a actuar de inmediato para prevenir alguna afectación a la población estudiantil y a los trabajadores educativos.
Al ser entrevistado al respecto, Jesús Hernández Mendoza, jefe regional del Protección Civil estatal, informó que el IEPC, a cargo de Basilio Miranda Román, instruyó a los elementos desplegados en toda la entidad para mantener estrecha comunicación con los directivos de las escuelas a fin de reportar de inmediato los daños encontrados en los edificios.
En este sentido, durante el primer día de clases no se registró ningún reporte de daños en alguna escuela, por lo que se recomendó mantener la supervisión de los inmuebles de manera permanente, para verificar el estado de las construcciones, las instalaciones eléctricas, de agua y sanitarias, a fin de advertir algún riesgo para los estudiantes.