Así, la mano de obra de los migrantes que van de Morelos a Estados Unidos es el único impulso económico para varias comunidades de la región oriente. Ellos son los responsables de que la economía se mantenga funcionando, pues en la gran mayoría, el único ingreso seguro es el de las siembras y sólo en el temporal, subrayó Jerónimo García López, quien reconoce que la ayuda que le llega de sus hijos es fundamental para sembrar a tiempo.
Aunque no hay cifras oficiales que establezcan con precisión cuál es la suma de recursos económicos que se reciben en estas comunidades, se debe tomar en cuenta que muchas de las fiestas tradicionales son financiadas por quienes están en el vecino país del norte.
En el caso de Quebrantadero, se ha tenido que disminuir la matrícula de estudiantes en las escuelas, pues cada vez hay menos niños y adolescentes, ya que éstos son llevados por sus padres con ellos, apuntó el profesor Roberto García Villa.
Caso similar es también el de Ixtlilco El Grande e Ixtlilco El Chico, donde la gente ha tenido que salir de sus tierras para buscar una forma de obtener ingresos, pero paralelamente envían a sus padres y otros familiares parte de las ganancias que obtienen allá.
Esto da como resultado que gracias a ellos, en muchas de las ocasiones, se lleve a cabo la siembra de los productos agrícolas, gracias las labores que llevan a cabo en fábricas, como jardineros y restaurantes principalmente, lo que viene a dar vida económica a la región, que de otra manera estaría sumida en una profunda y peligrosa crisis económica.