Dijo que en términos generales, siete de cada diez personas que sufren accidentes quedan con alguna discapacidad; “es decir, para poderse mover, para poder caminar y esto es un problema de salud pública”. Por lo que es necesario reforzar el programa del alcoholímetro, el de reducción de velocidad y el uso del casco en motociclistas, mismos que están en marcha, pero falta complementarlos.
Para ello –dijo– es necesaria la aplicación de una auditoría para detectar los sitios y factores de riesgo, como la existencia de curvas peligrosas, muros que requieran señalización, sitios que hagan necesario la colocación de topes o reductores de velocidad, entre otros. “Debemos de manejar este problema multifactorial; es decir, somos muchos los que tenemos que entrar, desde ONGS, municipios, estado, federación, transporte… Si todos manejamos adecuadamente este problema de salud, tendremos buenos resultados.”
López Carrillo destacó que el objetivo inmediato es bajar el 50 por ciento de este tipo de accidentes que se pueden prevenir, atendiendo los factores de riesgo como el impedir el exceso de velocidad; usar el cinturón de seguridad; utilización de sistemas de retención para niños que por lo regular deben ir en la parte trasera, igual que algunos menores de 14 años; el uso del casco en motociclistas y evitar que los automovilistas conduzcan bajo la influencia del alcohol.
Reconoció que mucha gente se molesta cuando se les detiene por conducir en estado de ebriedad, sin tomar en cuenta que con ello muchas veces se les salva la vida. “Le he dicho a muchos conductores: ‘Te estoy reteniendo porque te estoy protegiendo; a tu unidad, que es tu propiedad, y te estoy salvando a ti y al que muchas veces no sabemos que va caminando por la calle y que sufre las consecuencias de una imprudencia’”, indicó.
El funcionario agregó que con los lineamientos de la Estrategia Nacional por la Seguridad Vial, se busca crear conciencia y una cultura vial entre los automovilistas, con el único propósito de darle orden a la ciudad y proteger la vida de ellos y de los peatones, para así reducir el problema de salud pública que representan los accidentes viales.