Es por ello que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) recomendó a las autoridades de los tres niveles de gobierno el establecimiento de programas de reforestación y conservación del suelo, con el propósito de mantener el equilibrio ecológico.
Mediante un comunicado, la Conagua destacó que al mantener la reforestación se favorece la preservación de las zonas de recarga de los acuíferos, al facilitarse la infiltración del agua de lluvia, pues las raíces de los arboles reducen los escurrimientos y evita que se arrastren lodos que pudieran tapar el cauce natural del agua de lluvia.
Sólo mediante la preservación de los bosques y las zonas arboladas se reducirán las posibilidades de desbordamientos de ríos y barrancas, las cuales en muchas ocasiones se ven bloqueadas por el azolve que se provoca al no contar con árboles que retengan la tierra. De ahí la importancia de que las autoridades establezcan planes de desarrollo urbano para que se conserven los bosques y las áreas de recarga de los acuíferos.
Lo anterior también se reflejará en menos inundaciones de las zonas urbanas, pues el lodo que se favorece con la deforestación muchas ocasiones bloquea los drenajes, cauces naturales de los canales y barrancas, lo que desemboca en afectación en calles, casas y terrenos de cultivo.