Después de haber sido candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca a los 30 y con ello, haber conservado el registro del Partido Social Demócrata en la localidad, es un joven político que ha vivido negociaciones y tomado decisiones importantes.
Habla de sus errores y aciertos en esta última etapa. Ante el periodismo organizado de Morelos, después de firmar el protocolo de compromiso por el respeto a la libertad de expresión, Julio Yáñez hace revelaciones y pronunciamientos aquí expuestos.
En la etapa previa a la jornada que hoy vivimos recuerda haber recibido invitaciones de las tres principales fuerzas partidistas para encabezar varias candidaturas:
En Casa Morelos, convocado por la señora Mayela Alemán y ante varias mujeres –grupo de “toma de decisiones al interior del PAN”, según le explicaron- le pidieron valorar la invitación para acceder a alguna candidatura con las siglas del blanquiazul. Nunca se concretó la oferta, pero el antecedente lo hace público.
Maricela Sánchez Cortés, Amado Orihuela Trejo, Francisco Moreno Merino y Roberto Becerril Straffon, fueron actores del Partido Revolucionario Institucional que le convocaron a jugar por una curul estatal. El se negó –asegura-.
En el Partido de la Revolución Democrática, en 2011, fue Graco Ramírez Garrido Abreu quien –detalla- le invitó a repetir la aventura por la presidencia municipal de Cuernavaca en una posible alianza entre PRD y PSD, en la búsqueda de 40 mil votos. Me acercó a lo largo de ese año –revela- con los grandes representantes del perredismo entre ellos con Marcelo Ebrard.
En una reunión en el restaurante El Faisán –no establece la fecha- las cosas cambiaron cuando el hoy aspirante a la gubernatura por las izquierdas le dejó en claro que no había interés en que ganara, simplemente en que atrajera votos para la candidatura al gobierno del Estado. Julio Yáñez explicó que ahí se rompió el encanto.
Los aciertos
A pregunta expresa habla sobre ellos y advierte que el haberse negado a esas invitaciones, a pesar de haberle otorgado mayores posibilidades de triunfo, fue un acierto, porque a fin de cuentas lo que hoy ostenta es una verdadera “candidatura ciudadana”. Le da la calidad de pedirle a la sociedad un “voto de castigo en contra de la clase política”.
Se califica, tras esta experiencia, como un hombre más sensible y conocedor de su Estado.
Los errores
Señala que el “no haber tenido la sensibilidad política para contrarrestar la falta de recursos económicos con sectores sociales y medios de comunicación” fue uno de sus tropiezos.
Haber realizado el viaje a Europa sin haber convocado a una conferencia de prensa para explicar el objetivo del mismo y de cómo se financiaría fue otro error que reconoce; el viaje en sí lo justifica –presume- y advierte que logró despertar el interés de miles de turistas en conocer Morelos.
Anunció que este lunes hará pública una encuesta financiada por el Partido Social Demócrata a petición de su candidato al gobierno del estado –hace esta aclaración ante el juego deshonesto de estadísticas vendidas al mejor postor- en la cual adelanta que se encuentra en tercer lugar por debajo de Amado Orihuela y Graco Ramírez. En el estudio –adelanta- el número de inciertos en su voto, puede inclinar la balanza inclusive a su favor.
Julio Yáñez invitó –de resultar triunfador- a los otros tres contrincantes a desempeñarse en áreas que beneficien al Estado. A Graco Ramírez lo invitaría al espacio de Desarrollo Social, a Adrián Rivera en un puesto de atracción de recursos federales y a Amado Orihuela, por supuesto dijo, a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario. En caso distinto, de recibir una invitación del triunfador, aclara: “tendría que consultarlo con mi equipo, porque no estoy solo”; pero adelanta, aunque pierda, no me detendré en buscar mejoras para Morelos.
No tiene miedo a represalias ni a “vendetas”, califica a todos los candidatos como profesionales y hombres maduros que una vez finalizada la contienda sabrán sumar en beneficio de la sociedad; pero, dijo, lo que sí aprendí de esta campaña es que “la política es una lucha de cerdos contra marranos”.