Estableció que “en los últimos diez años, la producción de ganado en la zona cayó en cerca de un 50 por ciento. Esto, al pasar de seis mil a solo tres mil cabezas de bovinos, debido a la construcción de viviendas, tanto por personas en lo particular, como por grupos inmobiliarios”, agregó.
Las tierras de vocación agrícola se han visto afectadas por el crecimiento anárquico de la “mancha urbana”, donde se superan el número de 100 los asentamientos irregulares en áreas del ejido y federales.
La falta de mercado para los productos lácteos es otro de los problemas que enfrentan los productores locales. Al día, se producen entre siete mil y ocho mil litros de leche; de éstos, sólo el 80 por ciento se alcanza a comercializar con un precio poco rentable, enfatizó.
El otro 20 por ciento se desperdicia o consume por las familias de los propios productores, dijo el líder ganadero, quién agregó que el precio máximo que alcanza el líquido natural es de seis pesos el litro. Éste, agregó, es insuficiente para sacar los costos de producción, añadió.
Ante tal situación, los ganaderos han enfocado su actividad a la crianza de ganado para carne. Con ello, únicamente contribuyen al abasto local, sin capacidad para llevar sus productos cárnicos a otros mercados del estado o fuera del territorio morelense.