Bajo estas condiciones, una de las circunstancias que podría acrecentar el problema es la entrega de participaciones municipales, pues ambos señalan contar con la representatividad para gobernar Totolapan y en consecuencia, tomar las actividades contables y administrativas de la presidencia municipal.
En principio, la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado negó a Pablo Galván Hernández la posibilidad de entregarle los recursos económicos debido a que no presentó el acta de cabildo, a través de la cual se dé fe de su regreso al cargo que ocupaba hasta antes de pedir licencia para buscar una diputación local, la cual finalmente no logró.
Por su parte, el grupo de Adaya Liévanos argumenta que su nombramiento fue a petición popular, aunque tampoco cumplieron con la norma que establece que un alcalde sustituto debe ser nombrado por el Congreso de una terna enviada por el Ejecutivo
El problema inició luego de que el presidente municipal constitucional Pablo Galván Hernández pretendió regresar a la alcaldía tras competir por una diputación local; sin embargo, los integrantes del cabildo le impidieron físicamente su acceso a la presidencia.
En su lugar siguió despachando su suplente, Enrique Tenco Rosas, a pesar de que había concluido la licencia solicitada por el presidente municipal; pero éste finalmente solicitó una licencia definitiva al cargo, por lo que los integrantes del cabildo, pasando por los ordenamientos legales, nombraron a su compañero como presidente municipal.