Los agredidos señalaron que el pasado 12 de agosto, un grupo de parroquianos se encontraba conviviendo en la vía pública en las inmediaciones de los barrios San Francisco y Concepción, en las calles prolongación Vicente Guerrero y Álvaro Obregón, cuando fueron abordados por unos policías a bordo de una patrulla para instarlos a que se retiraran. Al contestar que no estaban haciendo nada malo y que mejor se fueran a perseguir a los delincuentes, trataron de someterlos utilizando gas lacrimógeno; pero, al no lograrlo, se fueron.
Agregaron que poco después llegaron con refuerzos para detener a siete de ellos, los cuales fueron conducidos a la cárcel municipal. En el interior de ésta fueron objeto de una “severa golpiza” con diversos objetos, que no pudieron precisar debido a que se encontraban cegados por el gas lacrimógeno.
“Nos aplican el gas y se fueron; nosotros nos cambiamos a la vuelta, como a 40 metros. Ellos llegaron otra vez con más refuerzos y fue que ellos procedieron a detenernos. Les dije a los compañeros que no se opusieran, que nos detuvieran y a ver de qué nos iban a acusar; no estábamos haciendo nada malo. Llegando a la comandancia procedieron a agredirnos”, señaló José Vergara Sosa, uno de los agredidos.
Producto de las agresiones resultaron con golpes contusos en todo el cuerpo, pero dos de ellos quedaron en estado delicado; Antonio Quintana Quintero resultó con fractura de un brazo, en tanto que Vergara Sosa con traumatismo craneoencefálico y un severo hematoma en un ojo que podría poner en riesgo el sentido de la vista.
Temiendo lo peor, a los golpeados más graves los sacaron alrededor de las 3:00 de la mañana, mientras que al resto los dejaron salir de la cárcel alrededor de las 11:00 de la mañana siguiente, sin cobrarles ninguna multa, diciéndoles “que así quedara todo”.
Después de diez días de la agresión y con menos molestias, acudieron a presentar su denuncia para exigir justicia ante lo que consideran un exceso en sus atribuciones por parte de los policías municipales de Tepalcingo, pues consideran que no se justifica el uso excesivo de la fuerza ni la agresión alevosa en el interior de la cárcel municipal.