Por ello citó las investigaciones que han hecho profesionales, “a lo que se suma la práctica diaria de ir a las escuelas, donde se ha comprobado que en la familia de quien ejerce violencia, hay constantes agresiones”.
En estos casos, agregó, “la madre es violentada por su esposo o por su pareja, y cuando hay ausencia del padre, ella asume los dos roles y es terriblemente estricta, por lo que es quien violenta a los menores”, reconoció.
Genis Sánchez agregó que de esta manera, “el niño o niña, sin una orientación y afecto, sale de la casa y llega a la escuela con la idea de que al primero que se encuentre lo golpea”.
Por ello, prosiguió, parte de los ejes rectores del trabajo de Prevención del Delito es el trabajar con mujeres y jóvenes, en una serie de actividades tendientes a disminuir la violencia.
Genis Sánchez señaló que “no hay más, el niño no se vuelve violento por la televisión o las calles, sino que eso es desde su casa. Por ello, lo que falta es trabajar con la familia y eso es trabajar con las mujeres. Por ello, aparte del eje rector de la cuestión familiar, tiene que ver el trabajo con mujeres después tiene que ver el trabajo con jóvenes”.
También destacó la importancia de una buena relación de la sociedad con el gobierno, “pues a veces no se siente comprendido el gobierno por la sociedad ni la sociedad por el gobierno, tal vez porque no hay los canales correctos de acercamiento y el último es la comunicación que debe de haber con la participación ciudadana”.
Lo anterior, dijo, porque “no solamente toda la información que se genere es por parte de la autoridad; son también con la sociedad que está organizada y está trabajado en recuperar sus espacios y preocupada por proteger a su familia y limpiar las calles”, finalizó.