Lo anterior trascendió durante el foro de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, celebrado en Izúcar de Matamoros, donde sus representantes acordaron estar en contacto con autoridades y habitantes de Axochiapan para evitar que ello ocurra.
Al escuchar los reclamos de la población, que dio a conocer problemas de salud en su garganta, así como dolores de cabeza, también se informó sobre la posibilidad de que la fábrica sea trasladada Axochiapan, lo cual fue informado al representante de la asamblea, Andrés Barrera Marín, así como Constanza Díaz, de Proderechos Humanos y abogada en materia ambiental e investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), durante el foro llevado a cabo el sábado.
De acuerdo con Barrera Marín, la fábrica establecida en la comunidad de Las Bocas desde cerca de 16 años, se dedica a elaborar fertilizantes y pesticidas; por ello, al escuchar la posibilidad de que se traslade a Morelos, estableció: “Vamos a coordinarnos con nuestros hermanos para evitar su instalación”.
Agregó: “No se vale que la echemos fuera de esta población para que la mandemos a cualquier comunidad y convivan con el mismo peligro que persiste aquí… Definitivamente no debe quedarse en ninguna parte de este planeta, por eso debe de ser clausurada definitivamente, debemos recurrir a instancias oficiales”.
Al hacer uso de la palabra reconoció que “no es fácil esperar un triunfo de las leyes mexicanas, pero daremos la lucha aun cuando el camino será largo y difícil. Pero si no obtenemos lo solicitado en México, recurriremos a instancias internacionales. Ahí tenemos el caso de Ansversa, que hace 10 años causó algo similar a lo ocurrido en Izúcar de Matamoros, donde fueron sancionados”.
Por su parte, Constanza Díaz sostuvo que “hay un arma legal que debe aplicarse, como es la Constitución Política; tal vez sea difícil obtener un dictamen, pero debe hacerse la lucha”.
Como primera medida señalaron que “buscamos enviar buna carta al cantante español Joan Manuel Serrat, férreo defensor del medio ambiente y por eso le expondremos los problemas que existen aquí. Pero la exigencia es que mandemos lejos a esta empresa, pero no a una población donde sabemos que llegará a cometer lo mismo que aquí”.
Como se recordará el 24 de marzo por la madrugada, el estadio Zeferino Pérez sirvió para recibir a cerca de 500 habitantes de Izúcar de Matamoros, 11 de los cuales debieron recibir atención médica en el Hospital General “Ángel Ventura”.
El grupo regresó luego de que se disipó la nube tóxica emanada desde la fábrica de pesticidas.