Genaro González Guerrero, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Cuautla, observó que “la Ley no contempla hacer obra pública de 40 a 50 millones de pesos por administración directa, y desde ahí comenzó la anomalía.
“Lo podemos ver desde ese punto de vista técnico, que efectivamente no se hizo de manera adecuada y no nos queda más que como asociación civil, exhortar a las autoridades como la Contraloría municipal o estatal, e incluso federal, para que hagan una revisión de la documentación que avale la ejecución de la obra”, refirió.
Y es que este tipo de obras no sólo deben ser por decisión simple, sino que “al hacer en administración directa, debe de haber facturas por suministro de materiales, un sustento de cómo se pagó la mano de obra y en esas revisiones va a botar que hubo una mala ejecución en cuestión de adjudicación”, consideró.
Sobre el trabajo ejecutado, González Guerrero observó que “el concreto hidráulico, que fue con lo que se construyeron los carriles centrales de avenida Reforma, tiene una vida útil nominal de 30 años y puede prolongarse hasta los 50, si el mantenimiento es adecuado.
“Si hay fisuras, a pocos meses de haberse ejecutado, eso manifiesta una mala ejecución; es decir, son los famosos vicios ocultos, por lo que las empresas, cuando son contratadas, emiten una fianza para abatir esas malas ejecuciones.”
Asimismo, estableció que “sin que estemos inmersos en esa ejecución, porque en ningún momento gobierno municipal nos tomó en cuenta para hacer una supervisión, un dictamen u observación técnica relativa a la obra, podemos manifestar que hay vicios ocultos.
“Una fisura en un concreto no se presenta en este tiempo tan corto; si existen es por una mala ejecución”, finalizó.