Carlos Ignacio Villaseñor, estudiante de la Facultad de Biología señaló que el aumento de cinco pesos “sí es fuerte para muchos”, al comentar que el precio general que incrementó de 54 a 57 pesos inicialmente y posteriormente hasta los 59.
Señaló que como parte de su traslado para tomar sus clases, “conozco a muchas personas que todos los días viajan y en el caso de los estudiantes lo hacen porque buscan ahorrar dinero y no pagar la renta de una habitación allá”.
Recordó que la última ocasión en que viajó en calidad de estudiante “el precio para los estudiantes estaba en 28 pesos, en el servicio que llega a la UAEM”.
Seguramente el servicio para los estudiantes se incrementará, “pero esperamos que no suceda igual que con el ordinario, pues se supone que este surgió para apoyar a los estudiantes, muchos de los cuales son de muy bajos recursos económicos.
En tanto, el servicio de esta misma empresa hacia la ciudad de México, se incrementó de 116 a 126 pesos.
Uno de los malestares mayores “es por el mal servicio que se presta, a través del monopolio que se ha creado, pues el personal de taquilla vende boletos para determinado horario y aunque el viajero llegue antes de la salida, no se le vende y no existe explicación, por el contrario son groseros y no contestan a las preguntas que se les hace”, señaló Rosalía Terreros Valdez, quien viaja de lunes a vienes a su trabajo en la ciudad de Cuernavaca.
Señaló que “a ello se suma que el servicio de clima, en la mayoría de los autobuses está descompuesto, de manera que el usuario debe soportar bajar temperaturas que no puede regular y en ocasiones causa enfermedades”.
Señaló que “también la mayoría de los conductores suben pasajeros fuera de las terminales, pues ello les significa ganancias extras, pero se pone en riesgo la seguridad de los viajeros y la posibilidad de ser asaltados”.