Mediante la circular/039/2013 emitida por la directora de la UPN Ayala, María de la Concepción Tonda Mazón, da a conocer a la comunidad estudiantil el pasado 4 de diciembre que “la directora del Icatmor de Morelos manifestó la necesidad de disponer del conjunto de las instalaciones del plantel de Anenecuilco para poder impartir los cursos correspondientes”.
En el mismo documento, después de pedirles comprensión y calma, les señala que están en la búsqueda de un nuevo lugar para reubicar la escuela y reiniciar el semestre. “Las autoridades educativas definirán en estos días la reubicación temporal de la Sede Ayala de la UPN”, agrega.
Al mismo tiempo les hace un recuento de las gestiones que se llevan a cabo, en un afán por recuperar el terrero y los edificios escolares que actualmente están bajo custodia de los ejidatarios, quienes reclaman un pago de 20 millones de pesos.
“Me permito informar que en referencia a la recuperación de las instalaciones de la Sede Ayala de nuestra universidad, se han instalado de manera regular mesas de trabajo en lasque han participado los ejidatarios de la colonia Rafael Merino y su abogado, el regidor de Educación del ayuntamiento de Ayala; el director jurídico de la Secretaría de Educación; el director jurídico del IEBEM y el Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos de UPN Ayala y la directora de la UPN Morelos”.
Agrega que el abogado de los ejidatarios presentó un avalúo del predio, donde están construidas las instalaciones de la Sede Ayala de 20 millones de pesos, mientras que el director jurídico de la Secretaría de Educación solicitó un avalúo a la instancia federal correspondiente para valuar bienes federales (INDABIN) y el cual aún no se ha entregado.
También destacó el compromiso que el gobernador del estado hizo con la comunidad estudiantil para la recuperación de su edificio escolar, “en la última reunión, el 13 de diciembre, estuvo presente el delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, autoridad federal que se comprometió a realizar una revisión jurídica del caso como primer paso para la solución del conflicto”.
Por último hizo un llamado a la comunidad universitaria de la Sede Ayala “a mantener la calma, paciencia y una actitud de respeto a las autoridades para garantizar la estabilidad de la sede, sin poner en riesgo la continuidad de sus estudios”. Sin embargo, esto último fue tomado por los estudiantes como amenaza para dejarlos sin escuela y sin clases, por lo que iniciaron una serie de protestas para exigir claridad en el manejo de recursos y celeridad en los trámites para la recuperación del inmueble en disputa.