De acuerdo al informe de la oficina dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), “adicionalmente se registraron varios segmentos de tremor armónico con baja amplitud que sumaron 15 minutos. Y durante la noche se observó ligera incandescencia sobre el cráter, que aumentaba al momento de las exhalaciones”.
La mañana del domingo, a pesar de los nublados en la zona, se logró observar una emisión de vapor de agua, gas y ceniza con dirección al suroeste.
Asimismo, informó que el día 14 de octubre, con apoyo de la Policía Federal, personal del Cenapred y de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), realizó un sobrevuelo de reconocimiento de las condiciones que guarda el cráter del volcán Popocatépetl.
Derivado de ello “se pudo percibir que el cráter interno, formado en julio del 2013, ha incrementado su diámetro, probablemente por la destrucción del domo y los derrumbes de sus paredes, alcanzando un diámetro estimado en 350 metros. El fondo del cráter interno se encuentra a unos 100 metros por debajo del piso del cráter principal”.
No se observaron restos del domo 52, que se emplazó en el fondo del cráter interno a principios de agosto pasado. En su lugar, se observó que el fondo del cráter interno presenta forma de cubeta y se encuentra cubierto de tefras (material fragmentado). La mayor parte de las emisiones de vapor de agua provienen de una grieta en la pared noreste del cráter interno, mientras que las emisiones con ceniza, de un color gris pardo, se originan en el fondo del cráter, en la zona cubierta de tefra.
En el video se presenta una toma a detalle del cráter interno, de unos 350 metros de diámetro y 100 de profundidad.
Del fondo relleno de tefra ( material fragmentado) se puede apreciar la emisión de una pequeña fumarola de color pardo por el contenido de cenizas de tipo intermitente, que tuvo una duración aproximada de un minuto. Esta fumarola corresponde a la señal de exhalación detectada por los equipos del Cenapred a las 11:38.
También se observan algunas fumarolas blancas en la pared del cráter.
Lo observado confirma que las explosiones ocurridas a finales de septiembre y principios de octubre destruyeron el domo número 52, y que la actividad que el volcán ha presentado en fechas recientes continúa el ciclo de construcción y destrucción de domos que ha caracterizado al Popocatépetl en los últimos 20 años.